Voz experta: Programas Avancemos y Crecemos sí alivianan difícil situación económica de los hogares

El programa Avancemos tiene efectos sobre la asistencia a la educación secundaria

24 JUN 2022

En 2022, el Instituto de Investigaciones en Ciencias Económicas (IICE) hizo un análisis de los montos otorgados por el programa Avancemos-Crecemos y su evolución desde su última actualización hace más de cinco años. Los principales hallazgos se resumen en que los montos han perdido poder adquisitivoAvancemos y Crecemos reducen la pobreza y mejoran la situación de los hogares. En el caso específico de Avancemos, tiene efectos importantes en la asistencia en secundaria, en particular para hombres jóvenes de la zona rural. Seleccionando en forma más precisa a los beneficiarios se podría reducir la pobreza y aumentar aún más la asistencia en secundaria.

El programa Avancemos-Crecemos, coordinado por el Instituto Mixto de Ayuda Social (IMAS) otorga Transferencias Monetarias Condicionadas (TMC) a estudiantes en condición de pobreza por asistir al sistema educativo. En 2021, la inversión total del programa alcanzó los 113.900 millones de colones y 391.905 estudiantes. El 58% de la inversión se dirigió a estudiantes de secundaria alcanzando el 46% de la población atendida. Los montos varían según el nivel al que asisten los estudiantes: 18 mil colones mensuales a personas de 5 años o más que cursan preescolar y primaria, 30 mil a quienes cursan III ciclo, y 40 mil, a quienes cursan IV ciclo de secundaria.

Los montos otorgados en Avancemos-Crecemos han estado ligados a disponibilidad presupuestaria del IMAS. En sus inicios, el monto de Avancemos se había calculado tomando como base la mediana de los ingresos de personas de 13 a 15 años en mercado laboral de 2005, considerado como el costo indirecto o de oportunidad por estar estudiando. Ese monto se mantuvo constante, sin actualización ni aumento, hasta 2015, año en que se aumentó el monto sin recuperar el valor real de inicios del programa (que había caído un 39,7 % con respecto a 2006).

El último aumento se hizo en 2018 para mantener el poder adquisitivo de las transferencias a estudiantes de IV ciclo con respecto a 2015 y para aumentarlo a estudiantes de III ciclo (un 14 %). La transferencia para niveles de preescolar y primaria aumentaron su valor en 2014 (19 % con respecto a 2010), sin actualizaciones desde entonces (ver gráficos).La falta de actualizaciones sistemáticas hace que cada año el monto pierda valor real por la inflación. El poder adquisitivo de la transferencia para secundaria se ha reducido significativamente desde que inició el programa, principalmente el de estudiantes de secundaria del IV Ciclo.

Gráfico avancemos crecemos

En 2021, a solicitud del IMAS y con el apoyo de Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), el IICE analizó los montos de las transferencias y el impacto que tienen en la asistencia a la educación. El estudio encontró que en un hogar receptor residen, en promedio, 1,54 estudiantes beneficiarios (1,81 estudiantes si el hogar se encuentra en pobreza extrema), y recibe, en promedio, un ingreso de 40 808 colones (46 607 colones en hogares en condición de pobreza extrema). Esta entrada de dinero por familia aporta el 10% de su gasto de consumo (12% si el hogar es del quintil más pobre de ingresos). 

Adicionalmente, se calculó que las transferencias promedio a un hogar receptor representan el 36% de la línea de pobreza por persona en zona urbana y el 47% en zona rural, así como el 81% del valor de una canasta básica alimentaria por persona en zona urbana y el 97% de una en zona rural.

Es decir, este aporte monetario es capaz de aliviar los gastos más básicos de las personas estudiantes y sus familias, sobre todo en las zonas rurales de quintiles de ingreso más bajos. Sin la existencia de las transferencias de Avancemos-Crecemos, los porcentajes de hogares en condición de pobreza extrema y pobreza total en el país aumentarían en 17% y 4,1% respectivamente.

El análisis realizado por el IICE sobre el impacto de Avancemos en secundaria encontró que el programa ha sido determinante para la permanencia y, de mayor forma, para la reinserción de estudiantes. Se estima que de cada 100 jóvenes en secundaria que habían recibido la transferencia entre 2015 y 2016, 16,1 jóvenes por año habrían abandonado o permanecido fuera del sistema formal de educación si no hubieran percibido este beneficio económico. Los efectos fueron significativamente más altos para jóvenes hombres de las zonas rurales.

Sin embargo, también se encontró que las variaciones en el poder adquisitivo de los montos no tenían efectos adicionales sobre asistencia. En cuanto a los beneficiarios de Crecemos en los niveles de primaria y preescolar, tal como se esperaba, tampoco se encontró que las variaciones en los montos tuvieran efectos en la asistencia, dado a que esta es obligatoria.

En la comparación con las transferencias (de 40 mil colones) con los costos indirectos para personas de 17 a 19 años de estar estudiando en lugar de trabajar, estas representan el 19.6% del ingreso que recibirían en el mercado laboral. Se estimó que los jóvenes de esas edades que no terminan la educación secundaria y que se dedican alguna labor alcanzan un ingreso promedio mensual de 204 mil colones.

Las tres recomendaciones se extrajeron de la investigación:

  1. Es importante focalizar ayudas en reinserción de estudiantes fuera del sistema, que es donde se observa el mayor impacto. 
  2. En términos de asistencia, es más recomendable aumentar la cobertura que aumentar el monto. 
  3. Se debe evitar una reducción en el monto de la transferencia y la pérdida de su poder adquisitivo (frente a la inflación) por los efectos adversos que tiene la reducción sobre los ingresos de las familias pobres, sobre todo aquellas en condición de pobreza extrema.

En años de restricciones presupuestarias y de aumento en la pobreza (sobre todo rural) debido la crisis provocada por la pandemia, el programa Avancemos-Crecemos constituye un apoyo fundamental para que las personas puedan continuar estudiando y en ese sentido es clave para combatir la pobreza, tanto en el corto plazo como en el largo plazo.

Colaboraron con la redacción de este artículo: Juan Robalino, director del IICE; Luis Oviedo, investigador del IICE; Saúl Paredes, beneficiario del Programa de Desarrollo Académico de la Escuela de Economía de la UCR, así como Cristina Barrantes y Alonso Venegas, estudiantes asistentes de investigación de esa unidad académica.


Valeria Lentini Gilli
Docente de la Escuela de Economía
valeria.lentini@ucr.ac.cr

El aumento en el consumo es el principal factor del encarecimiento de bienes y servicios

Las esperanzas de detener el fenómeno se cifran en el incremento en la oferta de productos y de la Tasa de Política Monetaria, así como en un eventual descenso en el valor del crudo. 23 MAY 2022

24 MAY 2022

teletrabjo disminuye
Un aumento en el consumo de productos, junto con una producción que no termina de despegar y los altos precios del petróleo, son tres de los factores que han elevado la inflación este año más allá de lo previsto. (Imagen con fines ilustrativos). Foto: Karla Richmond.

Aunque la pandemia sigue acompañando a la población costarricense y mundial, sus efectos negativos sobre la economía de los hogares comienza a desaparecer. Según diversos estudios hechos por la Universidad de Costa Rica, las personas están más dispuestas a gastar dinero ahora que en años anteriores.

Esto es una buena noticia para la reactivación económica nacional, pero tiene su efecto negativo: es la principal razón que impulsa a los precios de los bienes y servicios a crecer, o lo que es igual, hace elevarse la inflación, misma que durante los años de la pandemia ha tenido un incremento sumamente bajo.

El aumento en el consumo no es proporcional a la producción, es decir, hay mucha más demanda que oferta y eso dispara los precios. Además, viene acompañado de otros dos factores de coyuntura que potencian la inflación: con el incremento mundial del consumo de bienes y servicios, también se comenzó a elevar el precio del petróleo. Esto, junto con el conflicto ruso – ucraniano, subió su costo al máximo histórico en el país, que el pasado 18 de mayo llegó a ₡958 en el caso de la gasolina súper.

De ahí que llenar el tanque de combustible del transporte público, vehículos de empresas y carros particulares salga más caro que nunca. Por supuesto que estos gastos no se quedan ahí: repercuten en el precio de los alimentos que consumimos y servicios que requerimos.

Al no ser un país productor de petróleo, Costa Rica debe importar esta materia prima… y ¿qué necesita para comprarla? Correcto, dólares, lo que eleva aún más su valor. Y ante la devaluación también histórica de la moneda local (este viernes llegó a cotizarse en 677,39 colones, el pico máximo), se deben pagar más colones por cada barril que ingresa al territorio nacional. Lo mismo ocurre con cualquier bien que importemos: es necesario usar más monedas nacionales para adquirir eso que tanto necesitamos o queremos.

Y tampoco se puede olvidar el encarecimiento mundial del transporte de mercancía en los barcos (la crisis de contenedores aún no acaba y se prevé que sus efectos lleguen hasta el próximo año) y los aviones, porque todo se mueve con combustibles. Esto termina de encarecer los productos importados y su precio lo terminan pagando quienes los consumen.

Inflación en cifras

Los números evidencian la gravedad del asunto. Según el informe del Índice de Precios al Consumidor (IPC) de Abril 2022, del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC), la inflación llega ya al 3,98 % en su versión acumulada de lo que va del año (hasta abril). Para evidenciar la gravedad de esta cifra, ya se superó la inflación acumulada del año pasado, que fue del 3,30 %. También dejó atrás la meta del BCCR para este 2022, que era de ± 1 punto porcentual con respecto a una estimación del 3 %.

Pero además, si se toma en cuenta la inflación interanual (mayo 2021 – abril 2022) esta alcanza ya el 7,15 % y es la más alta reportada desde junio de 2009. De hecho, solo en el mes pasado, este índice alcanzó el 1,58 %, el mayor en los abriles de los últimos cuatro años. También en abril, el 66 % de los productos aumentó de precio, el 24 % disminuyó y un 10 % no tuvo variación.

Y por supuesto, los productos que más se encarecieron el mes pasado ya fueron mencionados: la gasolina, el diésel, el gas licuado, los boletos aéreos, el aceite y el transporte en taxi. El factor común: los combustibles.

Para director del Instituto de Investigaciones en Ciencias Económicas (IICE), Juan Robalino, una solución pronta a este fenómeno aún no se vislumbra en el horizonte.

Director del IICE-UCR, Juan Robalino, sobre los precios de combustibles y su impacto en la inflación – Duración: 00:53 00:00

El Banco Central de Costa Rica (BCCR) tomó hace dos meses la decisión de aumentar la Tasa de Política Monetaria (TPM) al 2,50 % anual. Esta tasa es la que cobra el BCCR a la banca comercial sobre el préstamo de sus recursos. La estrategia es la siguiente: al subir la TPM, esa alza también es trasladada por los banco a sus clientes, lo cual reduce la inversión y el consumo, y por lo tanto, también baja la inflación. No obstante, esta decisión también afectaría el crecimiento de la producción de las empresas, debido a que la población tendría menos dinero para gastar y esto desincentiva la colocación de productos en el mercado.

Sin embargo, Robalino se mostró confiado en que estas políticas surtirán algún efecto para detener el encarecimiento de los productos. El experto recordó además que la inflación es un fenómeno sumamente regresivo, es decir, que el aumento aplica igual para hogares con altos y bajos recursos, con la diferencia de que estos últimos tienen menos capacidad económica para cubrir esas alzas. Es por eso que su freno se vuelve urgente cuando crece a niveles muy altos.

Director del IICE-UCR, Juan Robalino, sobre acciones del BCCR – Duración: 00:47:00:00

Entretanto, el director del IICE desaconseja una fuerte intervención del BCCR en el tipo de cambio, por más que siga aumentando de forma pausada e impulse la inflación. Él recordó que la función de esta entidad debe ser evitar que existan movimientos bruscos en el valor del dólar con respecto al colón, para no enviar mensajes de inestabilidad cambiaria al mercado.

Director del IICE-UCR, Juan Robalino, sobre la inconveniencia de una fuerte intervención del BCCR en el tipo de cambio – Duración: 00:49:00:00

Consultado sobre la posibilidad de subsidiar productos de la canasta básica que son requeridos por las personas con menor poder adquisitivo, Robalino señaló que esta tampoco es una buena idea, pues lo que más impulsa a la inflación en este momento es un aumento en la demanda junto con una producción que no crece al mismo ritmo.

De hecho, el economista señaló que una medida de este tipo puede “perderse de camino”, ya que eventualmente beneficiaría a las empresas productoras, sin que se traduzca en una reducción en el precio al consumidor.

Director del IICE-UCR, Juan Robalino, se opone a la posibilidad de subsidiar productos de la canasta básica – Duración: 00:27:00:00

En resumen, el director del IICE se mostró esperanzado en que los precios se estabilicen, una vez que la producción en el país retome su fuerza y aumente la oferta, así como la cantidad de productos de importación. Además, un eventual fin de la guerra ruso – ucraniana reduciría y estabilizaría el precio del crudo en el mercado, lo cual también ayudaría mucho a cortar este ciclo inflacionario.


Periodista: Pablo Mora Vargas
Oficina de Divulgación e Información
pablo.moravargas@ucr.ac.cr

IICE-UCR: La economía costarricense continúa con muestras de recuperación en el II trimestre 2022

Se observan mejorías interanuales en el crecimiento económico, la producción, las exportaciones y en el empleo.

24 MAY 2022

teletrabjo disminuye
El sector turismo, así como el de transporte y almacenamiento, son los que muestran los mejores crecimientos interanuales, tomando en cuenta los primeros trimestres del 2021 y 2022. Foto: Karla Richmond.

La tendencia del teletrabajo como herramienta alternativa para laborar está retrocediendo en el empresariado costarricense. Así lo refleja la más reciente Encuesta Trimestral de Opiniones y Expectativas Empresariales (ETOE), correspondiente al segundo trimestre del 2022 y válida para el lapso entre abril y junio, realizada por eInstituto de Investigación en Ciencias Económicas (IICE) de la Universidad de Costa Rica.

La economía costarricense siguió dando muestras importantes de recuperación en el I trimestre del 2022, aunque con menores porcentajes que durante la segunda mitad del año pasado. Así lo constató el informe Análisis Trimestral de la Economía – II Trimestre 2022 y Proyección para el Acumulado del Año del Instituto de Investigaciones en Ciencias Económicas (IICE) de la Universidad de Costa Rica (UCR), publicado este lunes 23 de mayo.

El crecimiento económico interanual del país en el I trimestre de este año, con respecto al mismo período del año pasado, fue del 6,9 %. Esto coincide con el porcentaje que el IICE había proyectado a inicios de este año. No obstante, ese mismo dato también confirma que el despegue económico del país comienza a ralentizarse.

De hecho, este mismo instituto pronostica un crecimiento interanual de 4,2 % para el II trimestre del 2022, con un rango ubicado entre el 3 % y el 5,5 %. Finalmente, para el crecimiento acumulado del año se prevé un porcentaje del 3,5 %, con un rango que se ubica entre el 1,7 % y el 5,3 %.

En cuanto a la producción general, se muestra una recuperación mayor tras el punto más crítico de la pandemia, aunque su mejora se reduce levemente en comparación con los tres trimestres anteriores. En esta oportunidad, el crecimiento interanual fue del 6,92 %, una baja de casi dos puntos porcentuales en comparación con este mismo rubro en el cuarto trimestre del 2021. No obstante, la cifra sigue siendo una buena noticia, si se recuerda que entre el II trimestre 2020 y el I trimestre 2021, el crecimiento interanual de la producción en Costa Rica tuvo números negativos, producto del impacto económico de la pandemia.

La economía mantiene el dinamismo

Algo muy similar pasa con el Índice Mensual de Actividad Económica (IMAE), que en este caso estudió el lapso entre enero 2019 – febrero 2022. Según los datos del Banco Central de Costa Rica (BCCR) esta es su cuarta recuperación consecutiva, pues para el pasado trimestre obtuvo un porcentaje del 8,3 %. Sin embargo, se evidenció un ligero descenso en comparación con las cifras reportadas durante la segunda mitad del año pasado.

Con respecto a la demanda interna, el consumo de los hogares costarricenses y la inversión (sobre todo en construcción) son los dos factores que reportan un incremento interanual trimestral.

Si consideramos el crecimiento por sector económico, el que reportó el alza más importante durante el I trimestre de este año fue el de actividades de alojamiento y servicios de comida (que pasó de un -40,4 % a un 51,1 % interanual), lo cual muestra una reactivación muy importante en el sector turismo. Por su parte, el transporte y el almacenamiento también mostraron un repunte (pasando de un -10,3 % en el I trimestre 2021 a un 22,1 % en el I trimestre 2022). En general, todos los demás sectores productivos presentan una mejora aunque sea leve, excepto por el de agricultura, silvicultura y pesca, que más bien decreció un 0,7 % a inicios de este año.

Por su parte, las exportaciones interanuales de bienes y servicios continúan en aumento, aunque al igual que otras variables, estas vienen mermando en comparación con los últimos tres trimestres. Así, productos como equipos médicos e industria agroalimentaria son los que más suman a este fenómeno. En cuanto a los servicios, su mejora está asociada a la recuperación del turismo en el país. Sin embargo, en general, Costa Rica aún no logra recuperar los montos de exportación en los años previos a la pandemia.

Baja la desocupación y sube la Tasa Básica Pasiva

El desempleo cede terreno en el país, sobre todo entre quienes laboran en ocupaciones “altas” o del todo no calificadas. En el primer caso, la cantidad de personas empleadas incluso supera el número que existía antes de la aparición del Covid-19; mientras que entre las no calificadas, se observa un comportamiento más volátil, posiblemente justificado por los trabajos agrícolas temporales. Quienes aún no logran levantar sus expectativas de encontrar puestos de trabajo son las personas con calificaciones medias, las cuales aún están por debajo del 90% de empleo con respecto a los años prepandémicos.

La recuperación de puestos laborales es notoria sobre todo en las actividades relacionadas con el turismo, que por primera vez presenta niveles mayores de ocupación con respecto a los años anteriores a la crisis sanitaria. Comercio y reparación también ofrece datos estables y positivos, si se toman en cuenta los años previos al 2020. El sector que más ha tardado en recuperar el empleo ha sido el de construcción, que se mantiene apenas por encima del 80 % considerando también el período mencionado.

La Tasa Básica Pasiva, o el promedio ponderado de tasas de interés que las entidades financieras reconocen en su captación de colones, se mostró bastante estable a inicios de este año, rondando el 3 %, aunque a finales de abril subió y llegó incluso al 4 %. Se espera que los aumentos de la Tasa de Política Monetaria que ha venido estableciendo el BCCR, la cual pasó de un 2,5 % a un 4 % el mes pasado, haga aumentar aún más la tasa pasiva en lo que resta del año.

En este mismo sentido, el informe indica que la banca estatal es la que mantiene los intereses pasivos más bajos del mercado, con un promedio de 2,08 % para marzo de 2022. En el caso de la banca privada, esta reportó un promedio de 2,36 % y otras entidades financieras ofrecieron tasas pasivas de un 4,27 %.

Análisis Trimestral de la Economía – II Trimestre 2022 y Proyección para el Acumulado del Año (IICE-UCR)

Periodista: Pablo Mora Vargas
Oficina de Divulgación e Información
pablo.moravargas@ucr.ac.cr