La UCR y Conape presentan estudio sobre las carreras de mayor empleabilidad en el futuro Estudiante en línea

Educación, tecnología, medicina y comunicación son disciplinas con las perspectivas laborales más prometedoras en el futuro

24 AGO 2021

Estudiante en línea
Estudiante en línea. Foto: Karla Richmond.

El Instituto de Investigaciones en Ciencias Económicas (IICE) de la Universidad de Costa Rica (UCR) y la Comisión Nacional de Préstamos para Educación (CONAPE) presentaron los resultados de una investigación de tres años, sobre las realidades de oferta y demanda laboral en el país y sus proyecciones a futuro. 

La investigación que unió a ambas instituciones, se desarrolló bajo el objetivo principal de analizar el balance entre oferta y demanda de trabajo con el fin de sugerir disciplinas universitarias con perspectivas prometedoras en el mercado laboral costarricense. 

La Encuesta Contínua de Empleo, la Encuesta Nacional de Puestos de Trabajo (Enape), informes del Foro Económico Mundial y del Banco Interamericano del Desarrollo, fueron algunos de los insumos sobre los cuáles se basó la investigación. 

“Esta investigación busca alinear la formación académica profesional con los planes de desarrollo del país, los resultados son fundamentales porque ayuda a priorizar las carreras universitarias con mayor auge, lo que resulta beneficioso para la población estudiantil, universidades, centros de formación y el Gobierno en el establecimientos de políticas públicas a nivel nacional”, aseguró Efraín Miranda Carvallo, secretaría ejecutivo de Conape. 

Los resultados que arroja el estudio, dividen la realidad nacional de empleo o desempleo en relación a su nivel educativo, demuestra las perspectivas laborales de algunas disciplinas y analiza la demanda laboral del sector privado. 

Nivel Educativo

El desempleo entre personas con un nivel educativo de universitaria incompleta es menor respecto a un nivel educativo de secundaria, eso quiere decir que tienen menos probabilidad de estar desempleados. 

Por otro lado, el desempleo con un nivel educativo técnico o diplomado es muy similar al de secundaria y el desempleo con profesionales universitarios es mucho menor que en personas con secundaria. 

Sin embargo, comparando las realidades de personas con posgrados con los demás niveles educativos, encontramos que es el grado académico más efectivo. Obtener el grado de bachillerato o licenciatura sigue siendo bueno para reducir el desempleo pero no es tan grande como hacer un posgrado, lo que demuestra que conforme las personas estudian más, reducen su nivel de desempleo. 

Además, existen áreas de conocimiento que tienen niveles de desempleo similar a las personas con las personas de educación secundaria, como lo es el caso de agricultura. Y por otra parte, áreas de conocimiento como la educación, ciencia y tecnología, tienen los niveles de desempleo más bajos en Costa Rica. 

Perspectivas laborales 

Las disciplinas con perspectivas económicas prometedoras en el mercado laboral costarricense serían aquellas que tienen un nivel de desempleo por debajo del promedio y que tienen una brecha en sobre-educación baja. 

Por ejemplo, según la investigación, las disciplinas con perspectivas prometedoras en el mercado laboral son las siguientes: 

  • Educación Primaria, Preescolar y de adultos: incluye Educación Especial, Educación Primaria, jardínes de infancia y kínder. 
  • Educación Secundaria: Enseñanzas en Ciencias Naturales, Enseñanza de Español, del Castellano y de la Literatura, enseñanza en Ciencias Sociales y Cívica, Enseñanza de las Matemáticas
  • Informática, computación y telecomunicaciones: por ejemplo Administración de Bases de Datos, Desarrollo Web, Ingeniería en Sistemas, Diseño y Análisis de sistemas, Desarrollo de Sistemas de Programación, entre otras. 
  • Medicina: en particular la Medicina General y en específico cualquiera de sus especialidades. 
  • Veterinaria 
  • Comunicación Social y Bibliotecología: incluye Ciencias de la Comunicación Colectiva, Comunicación Social, Periodismo e Información, Archivología, Bibliotecología, Museología, Locución, entre otras. 

Un escalón por debajo de los anteriores pero que aún pueden ser considerados como buenas opciones para el futuro son: Enseñanza en Artes Plásticas, en Filosofía, en Física Deportiva, Enseñanza de Idiomas y Orientación. . 

También, algunas ingenierías como Ingeniería Química, Ingeniería Industrial y de Producción, Ingeniería Mecánica, Ingeniería Energética e Ingeniería Naval. 

Si usted desea conocer más a profundidad los detalles de esta investigación y en específico sobre estas perspectivas laborales, puede navegar en este gráfico interactivo

Demanda laboral 

Para analizar la demanda laboral, se usaron datos de la Enape. Esta encuesta ofrece información estadística sobre las características de los puestos de trabajo que requieren los establecimientos privados en el sector de servicios, manufactura, construcción y agropecuario

En la encuesta, se reflejan los datos de que por cada 100 posiciones en cada ocupación, pocas están vacantes. En establecimientos privados en Costa Rica, de cada 100 posiciones en ocupaciones “profesionales”, 4.1 están vacantes y en ocupaciones “técnicas”, 3.8 están vacantes. 

De esas vacantes como profesionales, la mayoría están en el área de educación. En establecimientos privados en nuestro país, de cada 100 posiciones en ocupaciones profesionales, en “Enseñanza” 5.7 están vacantes y Tecnologías de la Información y la Comunicación en segundo lugar con un 4.4%. 

En cuanto a la demanda laboral futura, las ocupaciones con un mayor crecimiento entre el 2015 y el 2019, son profesionales en archivo y bibliotecarios que han aumentado un 522% en su ocupación en cuatro años. 

Especialistas en bases de datos y en redes de computadores aumentaron un 342%, profesionales de las ventas y relaciones públicas han tenido un crecimiento de casi 270%, especialistas en finanzas en 200% y autores, periodistas y lingüistas con un crecimiento cercano al 190%. 

Conclusiones

Para el IICE, las principales conclusiones que deja la investigación y que pueden ser beneficiosas para la población costarricense y los objetivos nacionales a futuro, son las siguientes: 

  • En cuanto a la oferta laboral, los profesionales en educación, informática, medicina y veterinaria tienen los mejores indicadores laborales. 
  • Sobre la demanda laboral, la mayoría de puestos vacantes en ocupaciones profesionales y técnicas están en educación y tecnologías. 
  • Y la conclusión principal a futuro, la estructura ocupacional se está moviendo hacia los sectores de ciencia, tecnología, ingenierías y matemáticas. 

Kevin Venegas
Asistente de comunicación en Oficina de Divulgación e Información
kevin.venegas@ucr.ac.cr

Estudio revela que optimismo del sector empresarial mejora con miras al segundo trimestre del 2021

El Instituto de Investigaciones en Ciencias Económicas de la UCR publicó la Encuesta Trimestral sobre Opinión de Empresarios

08 ABR 2021

La Encuesta Trimestral sobre Opinión de Empresarios del IICE UCR se aplicó del 15 de febrero al 05 de marzo. Foto Laura Rodríguez.

El Instituto de Investigaciones en Ciencias Económicas de la Universidad de Costa Rica (IICE UCR), divulgó el pasado lunes 5 de abril, las conclusiones de la Encuesta Trimestral sobre Opinión de Empresarios (ETOE).

Dicha investigación incluye el índice global de expectativas empresariales, el cual indica que el optimismo de los empresarios mejoró en 1,1 puntos porcentuales con respecto al trimestre anterior, colocándose en un índice de 52.

Tal resultado, que es positivo dentro del índice general, surge debido al fortalecimiento de los indicadores de expectativas de casi todos los sectores durante este segundo trimestre, con excepción del sector servicios.

Al elaborarse una comparación con el mismo periodo pero del año 2019, el resultado es 1,8 puntos porcentuales más optimista, lo que muestra que para el segundo trimestre del 2021 los empresarios visualizan un mejor panorama que hace un año y que hace tres meses.

La encuesta se realizó del 15 de febrero al 05 de marzo pasados y abarcó a 355 empresas que estuvieron anuentes a responder las interrogantes con respecto a las siguientes variables: expectativas de empleo, ventas, utilidades, inversión y tipo de cambio.

“Es importante recordar que esta encuesta de opinión se aplicó a los empresarios del 15 de febrero al 5 de marzo, el cual fue un periodo en que las medidas sanitarias para la reactivación de la economía eran más flexibles, como la ampliación de horarios en la restricción vehicular, el regreso a clases, y que algunas actividades retornaron a la presencialidad. Además, inició el proceso programado de la vacunación para combatir el Covid-19. Por todo esto muchas empresas esperaban una mayor demanda y que el funcionamiento habitual del país en muchos ámbitos fuese retornando poco a poco, por lo que se generó un efecto positivo en el sector empresarial”, manifestó la M.Sc. Gabriela González Zúñiga, investigadora principal de este estudio.

Análisis de cada variable del estudio

En el apartado de empleo, el equipo de especialistas del IICE UCR encontró que el balance neto de empleo, que es la diferencia entre las expectativas favorables y desfavorables, mejoró en los sectores de manufactura, construcción y comercio, y éste último fue el que más se fortaleció.

Al hacer la comparación con el promedio de los últimos 11 años (entre los segundos trimestres de cada año), solamente las áreas de servicios y manufactura tuvieron una mayor expectativa neta de empleo (2 puntos porcentuales aproximadamente); mientras que el sector agropecuario mostró la reducción más significativa.

Un dato adicional es que entre 53 % y 85 % de las empresas no espera modificar sus niveles de empleo, y entre un 5 % y un 32 % de los empresarios espera aumentar su contratación de trabajadores fijos de abril a junio.

En el tema de ventas o producción, las expectativas netas fueron más favorables en los apartados de comercio, manufactura y agropecuario, en comparación con el trimestre anterior. Asimismo, si se realiza la comparación con el promedio del año 2020, casi todas las actividades se ubican arriba de ese indicador.

Se debe resaltar que las perspectivas de ventas o producción son más altas que hace un año, y varían entre 11 % y 38 % en todos los sectores. El comercio, la construcción y los servicios son los sectores que tienen expectativas más altas.

A la crisis en la que se encontraba la economía mundial en los últimos años, se le sumó el impacto negativo de la pandemia por el Covid-19. Foto Laura Rodríguez.

A la crisis en la que se encontraba la economía mundial en los últimos años, se le sumó el impacto negativo de la pandemia por el Covid-19. Foto Laura Rodríguez.

En el apartado de utilidades se identifica que las expectativas están fortalecidas en comparación al trimestre anterior, excepto para los sectores de comercio y servicios.

En cuanto a la posición competitiva, la mayoría de los sectores excepto el comercio muestran una mejora en la expectativa neta sobre la posición competitiva, con respecto al trimestre anterior.

Aunado a esto, todos los sectores presentan un declive en las expectativas de competitividad para el segundo trimestre del 2021.

En el tema de inversión, apenas el 8 % de los empresarios espera realizar algún tipo de inversión, pero a su vez representa un mayor porcentaje en comparación con el trimestre anterior.

En los sectores de manufactura y agropecuario se presentó un porcentaje mayor, y hay que resaltar que el porcentaje de empresarios que dicen que no realizarán nuevas inversiones pasó de 79,9 % a 85 % entre el primer y segundo trimestre de 2021.

En la variable de tipo de cambio, éste se ha mantenido estable y eso se refleja en la expectativa de la mayoría de los empresarios, puesto que el porcentaje que espera que el tipo de cambio aumente de abril a junio es menor a los que mencionan que estará estable o disminuirá.

Otra conclusión es que más del 50 % de los establecimientos piensan que la estabilidad en el tipo de cambio no incidirá en la posición competitiva de la empresa.

Finalmente, dentro del análisis de las empresas exportadoras y no exportadoras, en general las empresas exportadoras se muestran más optimistas en referencia al tema del empleo que las no exportadoras.

Mientras que en los sectores agropecuario y manufacturero, la mayoría de las empresas exportadoras y no exportadoras prefieren estar cautelosas y esperan que los niveles del empleo se mantengan estables.

Asimismo, la mayoría de los productores agropecuarios que no exportan esperan que exista una estabilidad en la producción; en contra parte, el porcentaje de exportadores que espera un aumento en la producción es mayor.

En cuanto a manufactura, aproximadamente tres quintas partes de las empresas no exportadoras afirman que esperan que la producción aumente. Sin embargo, casi el 60 % de las empresas exportadoras agropecuarias y manufactureras prevén que la competitividad de su sector se deteriore.

La muestra en que se basó esta encuesta del IICE la proporcionó el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), y se basó en el Directorio de Empresas y Establecimientos.


Periodista: Otto Salas Murillo
Periodista, Oficina de Divulgación e Información
otto.salasmurillo@ucr.ac.cr

”Quiero reforzar la investigación empírica en macroeconomía, políticas sociales, medio ambiente y salud pública” Dr. Juan Robalino Herrera

El Instituto de Investigaciones en Ciencias Económicas de la UCR inició este 2021 bajo la dirección del Dr. Juan Robalino

09 MAR 2021

El Dr. Juan Robalino actualmente se encuentra en el Régimen Académico de la UCR ha impartido los cursos de Economía Pública y Economía Política, en la Escuela de Economía. Foto Karla Richmond.

Hoy más que nunca es necesario el análisis profundo, objetivo y solidario en los temas económicos, los cuales impactan directamente en múltiples sectores de la sociedad. Se trata de una labor de investigación fundamental, que brinda los insumos requeridos para la toma de decisiones y la búsqueda incesante de robustecer la economía del país.

En el Instituto de Investigaciones en Ciencias Económicas (IICE) de la Universidad de Costa Rica (UCR), se realizan año con año y desde su fundación en 1955, diversos estudios con el objetivo de aportar en el desarrollo equilibrado e integral de la sociedad costarricense.

Estos análisis incluyen los temas más actuales, como por ejemplo el impacto de la pandemia por el COVID-19 en la economía o cómo entender la reforma fiscal que puso en práctica el actual Gobierno de la República.

De ahí que el quehacer del IICE UCR resulte primordial para que el país defina su rumbo económico, a sabiendas de que tal decisión influye enormemente en todas las demás áreas que le componen.

Nueva jefatura, nuevos retos

Desde el 1 de febrero pasado, el Dr. Juan Andrés Robalino Herrera es quien lidera el IICE UCR, al pasar de la subdirección a la posición de director del Instituto. Ahora, resulta interesante conocer un poco más sobre sus ideas y propuestas que tiene en mente implementar.

¿Qué lo motivó a asumir el reto de dirigir el IICE?

JRH: “Como investigador uno siempre atesora y trata de proteger el tiempo que se le dedica a la investigación. Por eso siempre había tratado de huir de las laboras administrativas. Sin embargo, hace algunos años el director anterior, Jose Cordero, me pidió apoyo como subdirector del IICE.

Ese periodo me permitió conocer a fondo el Instituto, su equipo y sus funciones. Me di cuenta que desde la parte administrativa uno puede facilitar los procesos de investigación y también tener un gran impacto.

El material humano que existe en el IICE es muy rico, es por eso que el impacto de asumir esas tareas administrativas iba a ser bastante alto y clave para la Universidad y el país.

Además, desde el punto de vista científico, era una oportunidad para desarrollar y articular algunos temas de relevancia nacional y actualizar el uso de algunos métodos, que ya son de uso común afuera, pero que nos estaba tomando algún tiempo adoptarlos en algunas de las ramas de la disciplina.”

¿Cuáles son las metas que busca cumplir durante su gestión al frente del IICE?

JRH: “La meta general es modernizar el IICE, tanto desde el punto de vista administrativo como técnico. En la parte administrativa la pandemia generó muchos cambios, algunos fueron positivos por lo que tenemos que aprovechar ese aprendizaje para tratar, en la medida de lo posible, de mantenerlos.

Pero los cambios negativos también pueden ser útiles, ya que nos obligan a poner las barbas en remojo para fortalecer esos procesos y mejorarlos, inclusive con respecto a lo que sucedía antes de la pandemia. Creo que el reto al que nos enfrentamos puede ser más bien una oportunidad para mejorar. Desde la parte técnica, mi interés es crear y fortalecer algunas líneas de investigación que son relevantes para el país.”

“La meta es modernizar el IICE,

tanto lo administrativo como lo técnico.”

¿Cuáles líneas de investigación reforzará o cambiará?

JRH: “Saqué el doctorado en un momento en el que la disciplina, sobre todo en temas microeconómicos, empezó a enfocarse en asegurarse que las estimaciones de los efectos causales sean lo más precisas posibles.

A partir de ahí, tomaron mucho auge los métodos experimentales y quasi-experimentales. A pesar de que la economía siempre se ha distinguido por el alto uso de la matemática y la estadística, estos nuevos métodos no eran muy comunes hasta finales de los noventa.

Desde antes de salir a estudiar, siempre había tenido esa inquietud y cuando empecé a ver que esos esfuerzos agarraban fuerza me identifiqué totalmente con ese movimiento.

Ahora, ya es parte del mainstream de la economía, incluyendo algunos premios Nobel que se entregaron en el 2019 a científicos que jugaron un papel clave, al utilizar y desarrollar estos métodos para responder preguntas de desarrollo económico.

Mi llegada al país se juntó con la llegada de otros investigadores que manejaban el tema, y también llegó un mandato de varios organismos internacionales de promover los temas de evaluación de políticas públicas en la región.

Esto fortaleció la formación de investigadores a nivel local en estos métodos y se empezaron a utilizar en forma más generalizada, para responder preguntas relacionadas con la efectividad de algunas intervenciones públicas, tanto en la parte social como ambiental.

Volviendo a la pregunta inicial, lo que quiero es reforzar está temática dentro del IICE tanto en lo que tiene que ver con investigación empírica en macroeconomía, políticas sociales (mercado laboral, temas de pobreza, educación etc.), como ambientales (conservación y cambio climático, entre otras) y de salud pública.

El movimiento del que les hablé llegó un poco más tarde a los temas macroeconómicos. Sin embargo, en los últimos 15 años también ha habido un desarrollo muy fuerte en ese sentido en los institutos de punta en Estados Unidos y Europa.

Quiero impulsar esa parte en las investigaciones macroeconómicas del Instituto. Esto va a requerir un tiempo en desarrollarse, pero creo que será clave para el país. Inclusive iniciar la discusión técnica sobre cómo estimar en forma adecuada las relaciones macroeconómicas ya puede tener implicaciones importantes sobre el uso de diferentes instrumentos de política macro.”

Algunas de las publicaciones científicas que ha realizado el Dr. Juan Robalino han abordado temáticas como la deforestación y su impacto en el desarrollo; y las políticas de conservación ambiental. Foto Anel Kenjekeeva.

¿Cómo describiría al equipo de trabajo que integra al IICE?

JRH: “Para mí, la verdad es un honor ser parte de este equipo como director. De hecho, fue una de las razones por las que me animé a tomar este reto. El equipo administrativo es súper eficiente y con mucha iniciativa.

Esto nos facilita el trabajo increíblemente y nos permite concentrarnos en los temas relevantes. Por otro lado, todos y todas en el equipo de investigación tienen el ´gusanito` de la curiosidad, que hace que el trabajo conjunto sea súper estimulante.”

“La producción científica del IICE ha generado incidencia

en la toma de decisiones de políticas económicas.”

¿Cuáles son los aportes que le brinda al país la labor que ustedes realizan en el IICE?

JRH: Históricamente, el IICE ha sido clave para el país. Fue uno de los primeros centros de investigación de la UCR. Siempre ha tenido lazos muy fuertes con los tomadores de decisiones, lo que ha hecho que su producción científica haya generado incidencia en la toma de decisiones de políticas económicas.

En los últimos años en específico hemos trabajado en temas macroeconómicos de relevancia, relacionados con las finanzas públicas y los efectos de la pandemia en la economía.

Los proyectos que generan información sobre cómo va a estar la economía (pronóstico y expectativas) tienen muchos usuarios fuera de la Universidad. Además, en temas más micro, también hemos participado apoyando al PANI (Patronato Nacional de la Infancia) y en colaboración con UNICEF (Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia), para generar una metodología que cuantifique la inversión que el Estado hace en niñez y adolescencia.

Hemos apoyado generando información clave sobre el sector agrícola y sobre el mercado laboral, que ha sido utilizada por diversas instituciones públicas para elaborar sus políticas.

Esto ha ocurrido solamente en los últimos dos años y seguro estoy olvidando cosas, pero mi interés es mantener esos lazos con las entidades que demandan la evidencia que generamos. Quiero que la comunicación sea en ambos sentidos, para poder definir preguntas de investigación relevantes.”

“Hemos generado información clave que ha sido utilizada por diversas instituciones públicas para elaborar sus políticas.”

Formación académica y gustos personales

¿Cuál es su formación universitaria y experiencia docente?

JRH: Estudié economía en la Escuela de Economía de la UCR. Luego salí del país para obtener el doctorado en Columbia University, en Nueva York, donde también realicé un postdoctorado en el Earth Institute.

Mientras estaba haciendo el postdoctorado, también impartí lecciones en el Departamento de Economía de Clark University, en Massachussets. Luego, se abrió una oportunidad para trabajar en el CATIE (Centro Agronómico Tropical de Investigación y Enseñanza) y regresar a Costa Rica.

Allí estuve trabajando como investigador y docente, y todavía tengo lazos de investigación a través de la iniciativa EfD, que tiene centros alrededor del mundo y se enfoca en temas de investigación ambiental y desarrollo económico.

En el CATIE impartí clases de métodos cuantitativos en la Maestría de Cambio Climático, Economía y Sociedad por varios años. Luego, salió la opción de entrar a la Escuela de Economía de la UCR como docente en el 2010, primero ad-honorem y después en propiedad.

He dado clases de Microeconometría, pero mi curso favorito es el de Economía Pública en el que se discute sobre el rol de la economía y el Estado, fallas de mercado, economía política y otro montón de temas relevantes, que hacen que se pueda implementar todo el material que los estudiantes aprenden en los primeros años en cuestiones claves para el país y la sociedad en general.”

¿Cómo fue su proceso de ingreso a estudiar en la UCR? ¿Desde cuándo y por qué se interesó en la economía como carrera universitaria?

JRH: “Lo que responden muchos economistas: se me facilitaban las matemáticas y tenía algunas preocupaciones sobre la sociedad. Realmente, eso fue lo que pensé. En el primer año uno tiene muchas dudas, porque toma una decisión que tiene consecuencias permanentes y ese primer año no es el más divertido de la carrera.

Pensé que lo mejor era seguir para ver qué tal eran los siguientes cursos. Se ponía un poco más interesante y seguí hasta que de pronto ya estaba terminando el doctorado. En ese proceso, me familiaricé con la economía como disciplina, sus fortalezas y debilidades, y me encanta a pesar de sus retos. Como investigador, siento que se tiene la oportunidad de mejorar la disciplina.”

“Cuando estaba estudiando fuera del país,

pensaba siempre en la buena formación que había recibido en la UCR.”

¿Qué le gusta hacer cuando no está en su trabajo? ¿Cuáles son sus pasatiempos favoritos?

JRH: “Me gusta hacer cosas que no me permitan seguir dándole vuelta a las cosas del trabajo, que me consuman toda mi atención. El deporte me da esa oportunidad.

Me gusta mucho nadar y actividades de ese tipo en el mar, pues allí hay que estar concentrado todo el tiempo en lo que estás haciendo. Es muy bonito porque uno además se conecta con la naturaleza. Mi hijo ya se está haciendo grande, entonces aprovecho para compartir esas actividades con él.”

— ¿Qué significa la UCR para usted?

JRH: “Como estudiante siento que me abrió la mente en un montón de dimensiones y no solamente en las clases, también debido a la interacción con compañeros de diferentes origines y con diferentes experiencias; ellos ahora son amigos y todavía mantengo contacto.

Además, cuando estaba estudiando fuera del país, codo a codo con estudiantes que venían de las mejores universidades de Estados Unidos y Europa, pensaba siempre en la buena formación que había recibido en la UCR. Esto no siempre se logra dimensionar.

Cuando regresé y se generó la opción de impartir clases, la tomé en seguida. Ver la expresión de los estudiantes cuando entienden algo, es de las cosas más gratificantes que se pueden sentir al pertenecer a una universidad.

Creo que en ellos, al igual que en mí, la UCR ha hecho una diferencia en nuestras vidasEl rol de la UCR en nuestra sociedad ha sido clave en formas que inclusive son muy difíciles de medir.”


Periodista: Otto Salas Murillo
Periodista, Oficina de Divulgación e Información
otto.salasmurillo@ucr.ac.cr