IICE: El empresariado nacional sigue optimista, pero su positivismo cedió terreno

Encuesta de Expectativas Empresariales para el tercer trimestre del 2024

09 JUL 2024

En términos generales, el empresariado costarricense sigue viendo el futuro cercano con esperanza, aunque con menos positivismo del que tuvo de cara al segundo trimestre. Esa es la principal conclusión que se extrae del Índice de Expectativas Empresariales (IEE) de cara a los meses de julio, agosto y setiembre de este año, el cual tuvo una calificación de 56,0 puntos, lo que significa una reducción 1,6 puntos porcentuales (p. p.) en comparación con el estudio anterior.

Esta encuesta del Instituto de Investigación en Ciencias Económicas (IICE) de la Universidad de Costa Rica (UCR) se realizó del 20 de mayo al 7 de junio de este año. Se consultaron a 434 personas de diferentes empresas de los sectores servicios, manufactura, construcción, comercio y agropecuario.

Si se desagregan los resultados estas áreas, se observan tendencias a la baja y al alza. Los del primer grupo, que vieron caer sus expectativas, son servicios (52,2 puntos, una reducción de 5,7 p. p.), manufactura (58,0 puntos, -1,4 p. p.) y construcción (61,8 puntos, -1,2 p. p.). No obstante, cabe destacar que este último sector sigue con la calificación más alta de los cinco evaluados.

En cambio, los que mostraron una mejoría son el de comercio (60,2 puntos, mejora de 1,4 p. p.) y el agropecuario (51,2, +2,3 p. p.). No obstante, este último sigue siendo el menos positivo de todos los analizados, aunque se encuentra en el espacio optimista (superior al nivel de 50).

Algo que llama la atención es que todos los sectores se ubican en el rango de expectativas positivas (mayores a un puntaje de 50), algo no ocurría desde la encuesta realizada por el IICE para el tercer trimestre del 2018. Aunado a lo anterior, la nota de 56,0 supera en 2,4 puntos porcentuales el promedio de los terceros trimestres de los años anteriores.

La perspectiva de empleo continúa a la baja

Al calcular la diferencia entre las respuestas de las empresas que prevén nuevas contrataciones menos las que visualizan despidos, la encuesta del IICE da como resultado 10,6 p. p. favorables al primero grupo. Pero este número se redujo en -2,4 p. p. con respecto a este mismo balance en el último análisis hacia el segundo trimestre.

Además, la investigación señala que, al menos, dos terceras partes de las empresas consultadas mantendrán la cantidad de empleados para este tercer trimestre (2 puntos porcentuales más que en la anterior). De ese 65 % mínimo en todos los sectores, el 27,4 % aseguró que no habrá más adiciones a su planilla porque realizó contrataciones entre abril y junio.

Si se toma en cuenta la totalidad de las respuestas, el 72,2 % aseveró que no vendrán cambios en el tamaño de sus colaboradores. En cuanto a las firmas que planean contratar personal, estas sumaron el 19,2 % (2,5 p. p, menos que en la encuesta de marzo que hizo la previsión para los meses de abril a junio), mientras que las que prevén despidos suman el 8,6 %, porcentaje casi igual al último análisis.

El sector que más planea realizar contrataciones es comercio: así lo prevé el 31 %. El que se plantea la posibilidad de más despidos es el agropecuario, con un 18 % y el que pronostica más estabilidad es servicios, con un 77 %.

Llama la atención que el sector construcción muestra una seria contracción en su balance de empleo particular, pues este se redujo en 21,0 p. p. con respecto a la encuesta de marzo. Lo mismo pasó con manufactura y servicios, pero con márgenes menores (-5,8 p. p, y -5,1 p. p., respectivamente). En cambio, en el sector de comercio este mejoró en 15,4 p. p., así como en el agropecuario (2,2 p. p.).

Si se toma en cuenta el tamaño de los negocios por la cantidad de colaboradores, son las pequeñas empresas las que más piensan contratar personal, con un 49,4 %. Les siguen las medianas, con una expectativa del 29,0 %, las grandes y, finalmente, las microempresas, con un 9,6 %.

Pesimismo ataca previsión hacia ventas y producción

El balance neto de las ventas y producción para este tercer trimestre es 9 puntos porcentuales menor al que hubo para el segundo trimestre. Si se toman los datos por cada sector por separado, se observa que el más optimista en este apartado es el de comercio, donde el 57 % espera que sus ventas suban.

En cambio, el más pesimista es el de servicios, pues el 19 % de sus respuestas temen un descenso en sus ventas. Finalmente, los más estables en su producción son el agropecuario y construcción, ambos con un 46 %.

Sobre los fundamentos dados para sus opiniones, el empresariado optimista lo está porque asegura que espera más demanda por la apertura de nuevos mercados y por los contratos y proyectos que iniciarán en julio, agosto y setiembre. En cambio, en el pesimista pesan más el ciclo del mercado, la competitividad y los factores estacionales.

El informe del IICE señala que, si se comparan estas variaciones con el promedio anual, hay valores por encima del promedio (variando entre 7,0 y 16,0 puntos porcentuales) en servicios, manufactura y agropecuario.

Con respecto a las utilidades que puedan generar las empresas, la muestra consultada señala que espera un comportamiento de regularidad o crecimiento en comparación con la situación vivida en los últimos meses.

Así, por ejemplo, en los sectores de comercio y manufactura es incluso mayor la cantidad de voceros de negocios que aguardan un crecimiento en sus utilidades (51 % y 49 %, respectivamente). En cambio, para los sectores de construcción, servicios y agropecuario, la suposición es que estos rendimientos se mantengan sin cambios. Finalmente, de todas las áreas, es la agropecuaria la que tiene la visión más negativa sobre sus utilidades, pues una tercera parte espera que decrezcan, número muy superior al del resto de categorías.

Como un detalle adicional, el balance neto de este trimestre es más positivo con respecto al anterior en comercio, servicios y manufactura y a que el promedio en todos los sectores (excepto el agropecuario).

Mejora positivismo en competitividad, pero disminuye en inversión

El informe del IICE también señala que la visión de la competitividad para el tercer trimestre del 2024 mejoró en todos los sectores en al menos un punto porcentual, con excepción del de manufactura.

En términos generales, la expectativa sobre este rubro tiene números más altos en comparación con la que había para el segundo trimestre, pero no es tan buena como la del promedio del último año. Ya en números, entre el 54,0 % (construcción) y el 26,0 % del empresariado espera que la posición competitiva de su empresa mejore y entre el 46,0 % y 67,0 % espera que siga igual. En cambio, solo un máximo del 8 % (agropecuario) teme que empeore.

Al apuntar hacia inversiones en sus empresas en temas como herramientas y equipo, infraestructura, maquinaria, tecnologías de información y comunicación y software, y en otros insumos, el informe del IICE revela que solo el 13 % de las personas consultadas se plantea realizar compras relacionadas con esos implementos. Estos son 3,2 p. p. menos que la previsión hacia el segundo trimestre.

Si se toma la encuesta como un todo, el empresariado que no prevé hacer nuevas inversiones creció de 55,8% a 65,0%. Segmentado por sectores, es en el agropecuario donde habrá más inversiones (16,0 %), mientras que el de comercio hará menos (8,0 %).

Empresariado espera alza en el del tipo de cambio

El aumento en la cotización del dólar vivido en los últimos meses parece haber afectado las respuestas sobre lo que las personas empresarias suponen que podría pasar con el tipo de cambio para el tercer trimestre.

Esto porque, en términos generales, casi la mitad de la muestra afirmó que espera un incremento en el valor del dólar (49,5 %, muy distante del 22,7 % hacia el segundo trimestre). Quienes creen que la divisa estadounidense se mantendrá con valores similares descendieron del 55,2 % al 33,6 % y aquellas empresas que consideran que este precio disminuirá cayeron a la mitad (del 14,7 % al 7,6 %).

Estos resultados rompen con la tendencia de las últimas encuestas, donde se esperaba de forma mayoritaria que el dólar mantuviera su valor.

Al consultar a las empresas de los sectores agropecuario y manufactura si son o no exportadoras, el 21,9 % afirmó que sí vende sus productos al extranjero. De ese porcentaje, el 44,0 % dijo exportar menos de la mitad de su producción, el 30,0 % dijo que sacaba más de la mitad y el 19,0 % indicó que lo hacía con entre una cuarta parte y la mitad.

Encuesta de Expectativas Empresariales – III trimestre 2024



Periodista: Pablo Mora Vargas
Oficina de Divulgación e Información
pablo.moravargas@ucr.ac.cr

La pobreza cede terreno en el país, pero la desigualdad persiste

Análisis del mercado laboral, pobreza y desigualdad en Costa Rica del IICE

Una de cada cinco personas en el país es pobre y uno de cada 20 individuos no puede satisfacer sus necesidades más básicas para vivir, revela el último informe del IICE-UCR. Foto: Laura Rodríguez Rodríguez.

El informe para el primer trimestre del 2024 advierte que la tasa de inactividad laboral aumentó en el territorio nacional, aunque los salarios se incrementaron

7 JUN 2024

El país sigue dando algunas muestras de avances en materia económica, aunque mantiene los rezagos en varios temas que son claves para disminuir la inequidad en la población. Así podría resumirse el Análisis del mercado laboral, pobreza y desigualdad en Costa Rica para el I trimestre del 2024, realizado por el Instituto de Investigaciones en Ciencias Económicas (IICE) de la Universidad de Costa Rica, dado a conocer este viernes 7 de junio.

Para febrero de este año la pobreza había caído al 20,61 % de la población, continuando con un descenso interanual casi sin pausa desde febrero del 2023, cuando alcanzó el 23,02 %, lo que significa una reducción de 2,4 puntos porcentuales (p. p.).

En la pobreza extrema también se registra un descenso, aunque menos evidente que con la pobreza general. En este caso, se manifiesta una estabilidad desde noviembre del año pasado y para febrero del 2024 esta agrupa al 5,93 % de la población. Interanualmente hay un ligero descenso de 1,2 p. p.

Pero mientras que este panorama se muestra algo más positivo durante el último año, la desigualdad en el país en febrero se situó en 0,5026, según el coeficiente de Gini. De hecho, ese es casi el mismo valor que alcanzó este índice en febrero pasado: 0,5034.

La pobreza baja más en zonas urbanas que en las rurales

Si se considera el lugar donde se sitúa la precariedad en el país diferenciándola por tipo de zona, se observa que en el segundo semestre del 2023 la disminución en las zonas rurales es menos evidente que en las urbanas. Es decir, las zonas con más densidad de población tienen menos familias que no logran cubrir sus necesidades básicas, en comparación con las más despobladas, que generalmente se encuentran en la periferia del territorio nacional. 

En el caso de la pobreza en zonas urbanas, la reducción de la pobreza fue de -2,5 p. p. entre los meses de febrero del 2023 y 2024 (18,5 % es el dato más actual), mientras que la misma bajó -2,3 p. p. en espacios rurales en ese mismo lapso, llegando al 26,1 %. Con respecto a la pobreza extrema urbana, esta llegó en febrero a 4,9 % (-1,2 p. p. interanual) y a 8,6 % en las zonas rurales (-1,1 p. p. interanual).

Según la definición utilizada por el IICE, un hogar nicaragüense es aquel en el cual la persona jefa de hogar o su pareja son autóctonas de Nicaragua y un hogar costarricense es aquel en el cual ninguno de los dos individuos nació en ese país pero al menos una de las dos personas es originaria de Costa Rica.

Considerando esa definición, el 28 % de los hogares nicaragüenses en Costa Rica eran pobres a inicios de año, mientras que los hogares jefeados por costarricenses de nacimiento sumaban el 19,86 % en esta situación (o sea, hay una diferencia en la tasa de pobreza de 8,14 p. p.).

Hace un año, el porcentaje de hogares nicaragüenses bajo esta condición era del 30,83 % (reducción de 2,82 p. p. interanuales a febrero de este año en esta categoría), mientras que el de costarricenses era del 22,2 % (reducción de 2,4 p. p. interanuales entre nacionales), lo que quiere decir que la brecha de pobreza entre ambas nacionalidades hace un año era de 8,6 p. p.

Con respecto a las cifras de pobreza extrema en esta misma calificación, en febrero de este año el 9,5 % de los hogares nicaragüenses que viven en el país se ubicaba bajo esa situación, porcentaje que baja al 5,5 % en el caso de los hogares costarricenses.

Otro tema que deja claro el análisis del IICE es lo fundamental que resultan las ayudas económicas del Gobierno para mermar la pobreza (transferencias públicas) a las familias en todo el país, sobre todo la extrema.

En el 2023, estas subvenciones permitieron reducir la pobreza total en 2,2 puntos porcentuales. No obstante, este número viene cayendo desde el 2020, cuando ese dato era de 3,5 p.p. 

En el caso de la pobreza extrema, las transferencias contribuyeron en 4,4 p. p. a su reducción a comienzos del 2024, aporte casi igual a los dos años anteriores, mientras que para el 2020 se trató de 5,0 p. p.

¿Más trabajo? Depende de cuál población…

En materia de ocupación, desempleo e inactividad, la situación del país depende desde el ángulo que se mire.

La inactividad laboral toma en cuenta a toda la población que está fuera de la fuerza laboral, es decir, es la gente que no trabaja ni busca empleo, con 15 años o más. En este caso, la tasa de inactividad en el país fue del 44,09 % para el I trimestre de este año. Este porcentaje ha sido constante en los últimos meses y significa un aumento de 0,86 p. p. con respecto a ese mismo periodo del 2023.

Desde el punto de vista de la ocupación, el fenómeno es diferente: aquí se considera solo el porcentaje de las personas que trabajan y que tienen 15 años o más. En este caso, tasa en Costa Rica fue del 51,54 % para el trimestre de enero, febrero y marzo de este año. Al igual que con la inactividad, este porcentaje es muy similar al que se presentó en los últimos meses, pero si se toma en cuenta el mismo periodo del 2023, la ocupación creció en 0,79 p. p.

Las personas con mayor tasa de ocupación son las que se ubican entre los 35 y los 44 años, que tienen títulos universitarios, y de sexo masculino. Al contrario, quienes más reportan estar buscando trabajo tienen 60 años o más o entre 15 y 24 años, no tienen primaria completa, y son mujeres.

Esto contrasta con la tasa de desempleo para los últimos tres meses analizados, que se ubica en el 7,82 %. Este ha sido desde el trimestre móvil de noviembre y diciembre del 2023 y enero del 2024, pero si se toma en cuenta el cambio interanual, este descendió 2,78 p. p.

La buena noticia para quienes trabajan es que la mediana de los salarios reales, tanto por mes como por hora, vienen subiendo desde el cuarto trimestre del 2022. Prueba de lo anterior es que el salario real mediano mensual creció casi 7 % en el primer trimestre de este año, en comparación con el mismo periodo del 2023. Lo mismo pasó con los salarios reales por hora en esos mismos meses, que subieron en un 10,71%.

Disminuyen las diferencias salariales por género y nacionalidad

La brecha entre los sueldos obtenidos por hombres y mujeres se ha reducido ligeramente, así como entre personas que nacieron en Nicaragua y personas costarricenses en el país, durante el primer trimestre del año. Aquí hay que tomar en cuenta que se trata de personas en condiciones similares a nivel educativo y técnico, edad, lugar de residencia, entre otros.

En el primer caso, mientras en el primer trimestre del año pasado las mujeres ganaban 88,8 colones por cada 100 de los hombres, para el mismo periodo de este 2024 esa cifra es de 90 colones (incremento de 1,4 colones). Eso sí, hubo un agravamiento de este tema en el tercer trimestre del año pasado, cuando esa cifra bajó hasta 86,48 colones para las mujeres por cada 100 colones de ingreso de los hombres.

Con respecto a las diferencias salariales por nacionalidad, para el primer trimestre de este año una persona trabajadora nicaragüense en el país ganaba 87,5 colones por cada 100 que ganaba alguien de origen costarricense. Hace un año en este mismo periodo, la cifra para las primeras era de 86,8 colones, es decir, la brecha disminuyó en casi 0,8 colones a favor de quienes emigraron desde Nicaragua.

Si se toma en cuenta el nivel educativo, pero con otras características similares, las distancias salariales también se redujeron. Para el primer trimestre del 2024, la población con primaria completa y secundaria incompleta percibió 108,4 colones por cada 100 colones que recibían aquellas personas que no completaron la primaria. Hace un año ese monto era de 114,06 colones. 

En el caso de quienes tienen universidad completa, duplicaron a las que tienen primaria incompleta, con un ingreso de 200,1 colones por cada 100 de estos últimos. Pese a esa enorme diferencia, ese número descendió de manera interanual en comparación con el primer trimestre del 2023, cuando ese ingreso era de 209,73 colones por cada 100 de quienes no terminaron la escuela.

Finalmente, en cuanto a la participación laboral por sexo (personas que trabajan o que buscan trabajo), los hombres superaron a las mujeres con una tasa de 24,2 p. p. en el primer trimestre del 2024. Hace un año, esta era de 23,95 p. p., es decir, casi la misma cifra. 

Mientras tanto, por país de nacimiento, es mayor la cantidad de individuos de origen nicaragüense insertados o buscando un espacio en el mercado laboral con respecto a los costarricenses: quienes migran o vienen como refugiados de ese país participan 8,7 puntos porcentuales más que los locales.  Este número viene creciendo desde el segundo trimestre del 2023, cuando la tasa era de 4,36 p. p., aunque la brecha no es tan grande si se toma en cuenta el dato de manera interanual: ahí solo hubo un ensanchamiento de 1,58 p. p.

IICE-UCR: resumen del Análisis del Mercado Laboral para el primer trimestre del 2024



Periodista: Pablo Mora Vargas
Oficina de Divulgación e Información
pablo.moravargas@ucr.ac.cr

IICE: el empresariado nacional mantiene su positivismo en la economía para este año

Encuesta de Expectativas Empresariales para el segundo trimestre del 2024

Todos los sectores productivos continúan con un aire optimista sobre sus expectativas

23 ABR 2024

Las previsiones económicas del empresariado costarricense continúan siendo alentadoras en este 2024. Así lo afirman los resultados del Índice de Expectativas Empresariales (IEE) para el segundo trimestre de este año, el cual tuvo una calificación de 57,5 puntos, prácticamente el mismo de la última encuesta realizada para el primer trimestre del 2024 (56,9 puntos).

Además, hay una leve mejoría si se compara el resultado más actual con el promedio de los segundos trimestres de los últimos años, que el dato más actual supera por 3,5 puntos porcentuales. De hecho, es la mejor nota dada por el empresariado para un segundo trimestre desde la registrada en el 2012 (57,8).

Según la última Encuesta Trimestral Sobre Opinión de Empresarios (ETOE) realizada por el Instituto de Investigación en Ciencias Económicas (IICE) de la Universidad de Costa Rica (UCR), esta situación se replica en prácticamente todos los sectores que se suelen consultar: agropecuario, construcción, comercio y servicios. Este último análisis se realizó del 19 de febrero al 7 de marzo de este año, para el cual se consultó a personas de 415 empresas de los sectores económicos mencionados.

Solo en el caso de manufactura se detectó una baja importante (-3,1 puntos) aunque esta es insuficiente para minar las promisorias expectativas de este sector (59,5 puntos). También cabe destacar que la única actividad económica que aún no alcanza el “terreno optimista” es el agro (puntaje de 48,9), aunque tuvo una mejora simbólica de 1,4 puntos con respecto a la encuesta anterior de finales del 2023. En términos generales, donde están las opiniones más optimistas es en construcción (63,0), lo cual no deja de ser llamativo, ya que hace dos años era el sector más pesimista.

Baja la perspectiva de empleo para el segundo trimestre

Al menos el 63 % de los sectores consultados espera mantener su planilla sin cambios, número muy similar al que arrojó la encuesta pasada. De esa cifra, un 29 % afirma que su decisión se basa en que realizó contrataciones en los últimos tres meses.

Si se toman en cuenta todas las respuestas, casi siete de cada 10 participantes en la encuesta no esperan hacer cambios en el número de su planilla, mientras el 21,7 % sí se plantea integrar nuevos miembros y el 8,7 % cree que hará reducciones.

Esto significa un balance neto de 13 puntos porcentuales (posibles contrataciones menos posibles despidos), es decir, existe una perspectiva de empleo más negativa que hace tres meses, cuando este porcentaje fue de 19 puntos porcentuales (p. p.). A la inversa, hay más optimismo en este dato si se le compara con el balance para el segundo trimestre de los últimos 14 años (3,9 p. p. en promedio).

Por su parte, las respuestas sobre un posible incremento del personal para este segundo trimestre en las empresas varían entre el 15 % del agropecuario y el 33 % de construcción.

Si se toma en cuenta el tamaño de la empresa y los movimientos de planilla, las “pequeñas” son las que esperan una mayor contratación, con un 52,2 % de respuestas, seguidas de las “medianas” y “grandes” (18,9 % y 16,5 %, respectivamente) y, por último, las “microempresas”, con un 13,3 %.

Ventas, producción y utilidades son vistas con positivismo

El balance del empresariado que estima un buen segundo trimestre para las ventas y la producción es superior al que presentaba la encuesta para el primer trimestre, con mejoras de entre 14 y 37 puntos porcentuales, dependiendo del sector. Incluso, la diferencia es mejor que la mostrada, en promedio, el año pasado.

Ya por áreas de actividad económica, la que más espera un aumento en las ventas y producción es la agropecuaria, con un 44 %; seguida de construcción, con un 38 %. En cambio, la que más negativa se muestra es la de servicios, pues el 20 % cree que estos factores disminuirán en el trimestre en curso.

El empresariado más positivo considera que existe una mayor producción y capacidad en las ventas, además de que ha visto mejoras en el movimiento de su mercado, así como una mayor capacidad de producción e implementación de nuevos productos y distintas presentaciones. En el sentido opuesto, el más pesimista se queja de los factores estacionales durante los meses analizados, el comportamiento del dólar y la competitividad de su sector.

Al igual que con las ventas y la producción, los resultados de la encuesta también reflejan una mejora en la esperanza de mayores utilidades para los negocios en el segundo trimestre del 2024. De hecho, para todos los sectores menos el agropecuario, es superior la expectativa de que estas mejoren a que se mantengan o bajen.

Así ocurre en construcción (67 %), manufactura (50 %), comercio (48 %) y servicios (45 %). En el agropecuario, prima la idea de que las utilidades se mantendrán iguales (54 %) y es el que más teme que estas puedan bajar, aunque con un porcentaje reducido (20 %). Si se comparan esas cifras con los datos promedio del último año, nuevamente es el sector construcción el que presenta la mayor mejora, seguido del de servicios. En cambio, para los otros existe un empeoramiento en su perspectiva de entre el 1 % y el 6 %.

Desciende positivismo en competitividad, pero la inversión mejoraría

A pesar de que la gran mayoría del empresariado prevé que la posición competitiva de su negocio se mantenga o mejore, si se comparan las respuestas netas con los resultados en promedio del último año, estos son menos halagüeños en todos los sectores.

Ahora bien, si se desagregan los resultados por área, comercio es la que espera una mejor competitividad de sus operaciones, con un 52 %, mientras el agropecuario es el que presenta la perspectiva más negativa, con un 15 %. Pero, en términos generales, las respuestas mayoritarias asumen que el panorama competitivo en su sector se mantendrá igual, con respuestas que oscilan entre el 45 % y el 54 %.

También, de forma mayoritaria, las empresas no prevén realizar nuevas inversiones en elementos como herramientas y equipo, infraestructura, maquinaria, tecnologías de información y comunicación y software, y otros. Las dos áreas que más plantean atreverse a realizar este tipo de adquisiciones son manufactura (18,0 %) y servicios (17,5 %), mientras que el menor porcentaje es el del comercio (12,3 %). Los porcentajes que no saben si realizarán nuevas compras de esta índole oscilan entre el 23,6 % y el 33,6 %.

En promedio, el empresariado que estaría haciendo nuevas inversiones es el 16,1 %, esto son 2,4 p. p. más de lo dicho para el primer trimestre. En este sentido, el sector que mejoró más su expectativa (con respecto a la encuesta anterior) de inyectar más recursos a su empresa en los elementos mencionados fue el de construcción (+ 4,7 p. p.).

Empresas prevén estabilización del tipo de cambio

Al igual que ha ocurrido en otras encuestas anteriores, la mayor parte de los individuos consultados por el IICE (55,2 %) manifestaron que el precio del dólar en el país no tendrá grandes variaciones. De ese porcentaje, 4 de cada 10 respuestas señalaron que este efecto no afectará la posición competitiva de sus empresas; una cuarta parte afirmó que les beneficiará, mientras tres de cada 10 más bien dijo que una situación así perjudicará a sus negocios.

El sector que más apuesta por la estabilidad en el tipo de cambio es el agropecuario (68,3 %). Cabe destacar que, durante el periodo de aplicación de la encuesta, el dólar mantuvo un valor promedio de 517,2 colones y durante la consulta para el primer trimestre el precio promedio fue de 518,8 colones, es decir, hubo una estabilidad clara en este factor.

En tanto, el tipo de negocio que más considera que la divisa estadounidense bajará aún más es el manufacturero (18,2 %). En el sentido contrario, el que más afirma que esa moneda aumentará su valor en el segundo trimestre es construcción, donde una tercera parte de las respuestas así lo señaló.

Si se desglosan estos resultados entre empresas exportadoras y no exportadoras, el 61 % de las primeras sostienen que el valor del dólar les afectará negativamente, el 30,6 % señala que no provocará ningún efecto y solo el 8,2 % considera que les beneficiará. En el caso de las segundas, el mayor porcentaje se concentra en el empresariado que afirma que el tipo de cambio no surtirá ningún efecto en sus operaciones (46,9 %), el 30,7 % se muestra esperanzado en que los beneficiará y el 22,3 % que los perjudicará.

Finalmente, el 20,6 % de las empresas consultadas aseveró que exportan sus productos (únicamente entre los sectores agropecuario y manufactura). Dentro de este grupo, el 42,0 % indicó que exporta menos de una cuarta parte de su producción, el 39,0 % exporta más de la mitad y el 12,0 % exporta entre una cuarta parte y la mitad, mientras que el 7,0 % no respondió.

Encuesta de expectativas empresariales – II Trimestre 2024



Periodista: Pablo Mora Vargas
Oficina de Divulgación e Información
pablo.moravargas@ucr.ac.cr