IICE: El empresariado mantiene su optimismo de cara al cierre del 2024

Encuesta de Expectativas Empresariales para el cuarto trimestre del 2024

27 SEPT 2024

El positivismo por el éxito en sus negocios en el futuro próximo se mantiene en el empresariado en su previsión para el cuarto trimestre del año, casi con la misma intensidad que mostró en la encuesta de mayo y junio para el tercer trimestre. De acuerdo con el último Índice de Expectativas Empresariales (IEE) de cara a los meses de octubre, noviembre y diciembre del 2024, este indicador alcanzó un puntaje de 56,8; apenas 0,8 puntos más que en la medición anterior.

Este es el principal resultado de la Encuesta Trimestral Sobre Opinión de Empresarios (ETOE) que se realizó del 19 de agosto al 6 de setiembre de este año. Participaron 434 representantes de empresas de los sectores servicios, manufactura, construcción, comercio y agropecuario. Los resultados fueron dados a conocer este viernes 27 de noviembre por el Instituto de Investigación en Ciencias Económicas (IICE) de la Universidad de Costa Rica (UCR).

El IICE también puntualiza que el IEE general para este final de año supera por 3,3 p. p. el promedio de los cuartos trimestres de los años anteriores.

Si se desagregan los resultados de estas áreas, se observan tendencias a la baja y al alza. Los del primer grupo, que vieron caer sus expectativas, son agropecuario (48,2 puntos, una reducción de 3,0 puntos porcentuales o p. p.) y construcción (59,0 puntos, -2,8 p. p.).

En cambio, los que mostraron una mejoría son servicios (55,6 puntos, aumento de 3,4 p. p.), comercio (61,6 puntos; +1,3 p. p.) y manufactura (59,2 puntos; +1,2 p. p.).

Así, en esta ocasión, el sector con mejor puntaje en sus expectativas de cara al último trimestre de los cinco analizados fue el de comercio, posiblemente motivado por el aumento de las ventas en la temporada navideña. En tanto, el que tiene el optimismo más bajo fue el agropecuario, que además abandonó el rango de expectativas positivas.

Este último descenso hizo que no se repitiera el fenómeno vivido en la encuesta anterior, en la que todos los sectores estuvieron dentro del espectro de expectativas positivas (mayores a un puntaje de 50).

Mejora la perspectiva de empleo

Hacia el cuarto trimestre de este año, hubo un aumento de las empresas que dijeron que contratarán más personal (26,2 %) en comparación con el análisis del trimestre anterior (19,2 %). En tanto, las que afirman que despedirán empleados cayeron ligeramente, de un 8,6 % a un 8,1 % en este último análisis.

Al calcular la diferencia entre las respuestas de las empresas que prevén nuevas contrataciones menos las que visualizan despidos, la encuesta del IICE da como resultado 18,1 p. p. favorables al primer grupo. Esto significa una mejora de 7,4 p. p. con respecto a este mismo balance en el análisis previo hacia el tercer trimestre.

La mayoría de las respuestas (el 65,7 %) confirmaron que no vendrán cambios en el tamaño de sus colaboradores (una reducción de 6,5 p. p. con respecto al análisis de junio).

Además, la investigación señala que, al menos, el 62 % de las empresas consultadas mantendrán la cantidad de empleados para este cuarto trimestre. De ese porcentaje mínimo en todos los sectores, el 28,9 % aseguró que no habrá más adiciones a su planilla porque realizó contrataciones entre julio y setiembre.

Si se desglosa por sectores, el que más planea realizar contrataciones es comercio: así lo prevé el 29 %, lo cual es congruente con su previsión del IEE para el cierre del año. A pesar de eso, este sector es también el único que tiene perspectivas de contratación menos favorables de las mostradas en junio (su balance neto cayó 2,4 p. p.).

Los que se plantean más despidos son el agropecuario (11 %; 7 p. p. menos que en la última investigación) y servicios (10 %), mientras el agropecuario es también el que prevé más estabilidad (73 %).

Al hacer una comparación histórica con el promedio de previsiones para los cuartos trimestres de los últimos 14 años, se observa que el balance en las perspectivas de empleo es 7,8 p. p. más favorable

Si se toma en cuenta el tamaño de los negocios por la cantidad de colaboradores, son las pequeñas empresas las que más piensan contratar personal, con un 46,9 %. Les siguen las medianas, con una expectativa del 29,2 %; las grandes, con un 12,4 %; y las microempresas, con un 11,5 %.

Optimismo hacia ventas y producción

El balance neto de las ventas y producción para este cuarto trimestre es 2 puntos porcentuales mayor al que hubo para el tercer trimestre. Sus números hablan por sí mismos: el 49 % del empresariado pronostica un aumento en este rubro, el 37 % considera que no cambiará y solo el 12 % afirma que disminuirá.

Si se toman los datos por cada sector por separado, se observa que el más optimista en este apartado vuelve a ser el de comercio, donde el 59 % espera que sus ventas suban, lo cual coincide con tener la mejor calificación del IEE.

En cambio, el más pesimista es el de construcción, pues el 18 % de sus respuestas temen un descenso en sus ventas o producción. Finalmente, el más estable es el agropecuario, con un 51 %.

Sobre los fundamentos dados para sus opiniones, el empresariado optimista lo está porque asegura que espera más demanda por la temporada propia de fin de año, por la apertura de nuevos mercados, la publicidad y los contratos adquiridos. En cambio, en el pesimista pesan más la baja en la competitividad y los factores climáticos.

Con respecto a las utilidades que puedan generar las empresas, la muestra consultada señala, otra vez, que predomina la espera de un comportamiento de regularidad (45 %) o de crecimiento (43 %), en comparación con la situación vivida en los últimos meses.

Así, por ejemplo, en los sectores de comercio, construcción y servicios es incluso mayor la cantidad de voceros de negocios que aguardan un crecimiento en sus utilidades (56 %, 47 % y 43 %, en el mismo orden). Para los sectores de agropecuario y manufactura, la suposición mayoritaria es que estos rendimientos se mantengan sin cambios (54 % y 52 %, respectivamente).

Además, de las cinco áreas, es la de servicios la que tiene la visión más negativa sobre sus utilidades (15 %). Aquí cabe destacar la recuperación de la visión positiva sobre las utilidades que se vive en el sector agropecuario, pues pasaron de tener el mayor número de expectativas desfavorables en este tema (una tercera parte lo pensaba así en mayo y junio) a contabilizar solo un 11 % de respuestas en este sentido para esta nueva encuesta.

Como un detalle adicional, casi todos los sectores (manufactura fue la excepción) mejoraron sus expectativas optimistas en relación con sus utilidades futuras entre un 1,0 y 5,9 p. p. en comparación con el análisis anterior.

Además, el balance neto de este trimestre resultó más positivo con respecto al anterior en el comercio, servicios y manufactura. También el balance de este trimestre es más positivo en comparación con el promedio del último año en cuatro de los cinco sectores (agropecuario es la excepción).

Empresariado espera mejora o estabilidad en competitividad, pero baja en inversión

El informe del IICE señala que la visión de la competitividad para el cuarto trimestre del 2024 se muestra estable (para el 50 %) o favorable (para el 44 %), mientras que solo el 4 % opina que podría empeorar.

Estos buenos augurios en la competitividad son especialmente visibles en los datos de los sectores de construcción y comercio, donde el 53 % en ambos casos esperan una mejora en este aspecto. En tanto, el agropecuario, manufactura y servicios (68 %, 53 % y 48 %, respectivamente) consideran de forma mayoritaria que su posición competitiva no variará. Y, con un 11 %, es el sector agropecuario el que reúne la mayor cantidad de previsiones negativas en este sentido.

Lo anterior hace que solo en el agro las respuestas netas no sean mejores en comparación con los datos del último año. Si se toma en cuenta el promedio anual, son manufactura y agropecuario los dos sectores que tienen niveles menores en este indicador.

Al apuntar hacia inversiones en las empresas en temas como herramientas y equipo, infraestructura, maquinaria, tecnologías de información y comunicación y software, y en otros insumos, el informe del IICE revela que solo el 11,3 % de las personas consultadas se plantea realizar compras relacionadas con esos implementos en los últimos tres meses del 2024. Esto es 1,7 p. p. menos que la previsión hacia el tercer trimestre.

El empresariado que no prevé hacer nuevas inversiones se mantiene alrededor del 65,0%. Segmentado por sectores, es en el de manufactura donde habría más inversiones (13,1 %), mientras que en construcción es donde menos inversiones nuevas se plantean (70,4 %).

El IICE recuerda que, tal como ha ocurrido en otras encuestas, el empresariado que dice no realizar nuevas inversiones aclara que solo efectuarán las necesarias para la operación de sus negocios.

Se espera estabilidad en el tipo de cambio

La estabilidad en la cotización del dólar, valorado alrededor de los 523,5 colones durante el periodo de la aplicación de la encuesta, afectó las respuestas de la mayoría de representantes de negocios consultados sobre el comportamiento que tendría la divisa estadounidense de cara al último tracto del 2024.

En términos generales, cerca de la mitad de la muestra (45,9 %) aguarda una estabilización en el valor del dólar (que era del 33,6 % en julio). En el sentido contrario, la proporción de personas consultadas que esperaban un aumento de esta moneda descendió de un 49,5 % en la investigación anterior a un 27,4 % en esta ocasión. Finalmente, quienes creen que la divisa estadounidense se cotizará a un valor menor subieron un poco su número (del 7,6 % al 10,8 %).

Así, la encuesta de agosto y setiembre vuelve a la tendencia de trimestres anteriores, donde se calculaba de forma mayoritaria que el dólar mantuviera su valor.

En cuatro de los cinco sectorescerca de la mitad de la muestra espera que el tipo de cambio se mantenga estable (solo el sector servicios da un dato menor). Además, los que esperan un eventual aumento mayor son construcción y servicios, mientras que los que aguardan en mayor medida una disminución son el manufacturero y comercio, aunque con porcentajes bajos.

Llama la atención que pese a esta estabilidad y a que el dólar ha tenido valores más bajos durante este 2024 en comparación con años anteriores, el 75,8 % del empresariado que exporta afirma que el comportamiento de la divisa norteamericana le afectará positivamente y solo un 21,2 % opina lo contrario.

Para concluir, la encuesta reveló que el 22,6 % de las empresas son exportadoras de sus productos, específicamente en los sectores agropecuario y manufactura. De ese porcentaje, el 45,0 % dijo exportar menos de la mitad de su producción; el 29,0 % dijo que vendía afuera del país más de la mitad y el 17,0 % indicó que lo hacía con entre una cuarta parte y la mitad, cifras casi idénticas al estudio anterior.



Periodista: Pablo Mora Vargas
Oficina de Divulgación e Información
pablo.moravargas@ucr.ac.cr

IICE: El empresariado nacional sigue optimista, pero su positivismo cedió terreno

Encuesta de Expectativas Empresariales para el tercer trimestre del 2024

09 JUL 2024

En términos generales, el empresariado costarricense sigue viendo el futuro cercano con esperanza, aunque con menos positivismo del que tuvo de cara al segundo trimestre. Esa es la principal conclusión que se extrae del Índice de Expectativas Empresariales (IEE) de cara a los meses de julio, agosto y setiembre de este año, el cual tuvo una calificación de 56,0 puntos, lo que significa una reducción 1,6 puntos porcentuales (p. p.) en comparación con el estudio anterior.

Esta encuesta del Instituto de Investigación en Ciencias Económicas (IICE) de la Universidad de Costa Rica (UCR) se realizó del 20 de mayo al 7 de junio de este año. Se consultaron a 434 personas de diferentes empresas de los sectores servicios, manufactura, construcción, comercio y agropecuario.

Si se desagregan los resultados estas áreas, se observan tendencias a la baja y al alza. Los del primer grupo, que vieron caer sus expectativas, son servicios (52,2 puntos, una reducción de 5,7 p. p.), manufactura (58,0 puntos, -1,4 p. p.) y construcción (61,8 puntos, -1,2 p. p.). No obstante, cabe destacar que este último sector sigue con la calificación más alta de los cinco evaluados.

En cambio, los que mostraron una mejoría son el de comercio (60,2 puntos, mejora de 1,4 p. p.) y el agropecuario (51,2, +2,3 p. p.). No obstante, este último sigue siendo el menos positivo de todos los analizados, aunque se encuentra en el espacio optimista (superior al nivel de 50).

Algo que llama la atención es que todos los sectores se ubican en el rango de expectativas positivas (mayores a un puntaje de 50), algo no ocurría desde la encuesta realizada por el IICE para el tercer trimestre del 2018. Aunado a lo anterior, la nota de 56,0 supera en 2,4 puntos porcentuales el promedio de los terceros trimestres de los años anteriores.

La perspectiva de empleo continúa a la baja

Al calcular la diferencia entre las respuestas de las empresas que prevén nuevas contrataciones menos las que visualizan despidos, la encuesta del IICE da como resultado 10,6 p. p. favorables al primero grupo. Pero este número se redujo en -2,4 p. p. con respecto a este mismo balance en el último análisis hacia el segundo trimestre.

Además, la investigación señala que, al menos, dos terceras partes de las empresas consultadas mantendrán la cantidad de empleados para este tercer trimestre (2 puntos porcentuales más que en la anterior). De ese 65 % mínimo en todos los sectores, el 27,4 % aseguró que no habrá más adiciones a su planilla porque realizó contrataciones entre abril y junio.

Si se toma en cuenta la totalidad de las respuestas, el 72,2 % aseveró que no vendrán cambios en el tamaño de sus colaboradores. En cuanto a las firmas que planean contratar personal, estas sumaron el 19,2 % (2,5 p. p, menos que en la encuesta de marzo que hizo la previsión para los meses de abril a junio), mientras que las que prevén despidos suman el 8,6 %, porcentaje casi igual al último análisis.

El sector que más planea realizar contrataciones es comercio: así lo prevé el 31 %. El que se plantea la posibilidad de más despidos es el agropecuario, con un 18 % y el que pronostica más estabilidad es servicios, con un 77 %.

Llama la atención que el sector construcción muestra una seria contracción en su balance de empleo particular, pues este se redujo en 21,0 p. p. con respecto a la encuesta de marzo. Lo mismo pasó con manufactura y servicios, pero con márgenes menores (-5,8 p. p, y -5,1 p. p., respectivamente). En cambio, en el sector de comercio este mejoró en 15,4 p. p., así como en el agropecuario (2,2 p. p.).

Si se toma en cuenta el tamaño de los negocios por la cantidad de colaboradores, son las pequeñas empresas las que más piensan contratar personal, con un 49,4 %. Les siguen las medianas, con una expectativa del 29,0 %, las grandes y, finalmente, las microempresas, con un 9,6 %.

Pesimismo ataca previsión hacia ventas y producción

El balance neto de las ventas y producción para este tercer trimestre es 9 puntos porcentuales menor al que hubo para el segundo trimestre. Si se toman los datos por cada sector por separado, se observa que el más optimista en este apartado es el de comercio, donde el 57 % espera que sus ventas suban.

En cambio, el más pesimista es el de servicios, pues el 19 % de sus respuestas temen un descenso en sus ventas. Finalmente, los más estables en su producción son el agropecuario y construcción, ambos con un 46 %.

Sobre los fundamentos dados para sus opiniones, el empresariado optimista lo está porque asegura que espera más demanda por la apertura de nuevos mercados y por los contratos y proyectos que iniciarán en julio, agosto y setiembre. En cambio, en el pesimista pesan más el ciclo del mercado, la competitividad y los factores estacionales.

El informe del IICE señala que, si se comparan estas variaciones con el promedio anual, hay valores por encima del promedio (variando entre 7,0 y 16,0 puntos porcentuales) en servicios, manufactura y agropecuario.

Con respecto a las utilidades que puedan generar las empresas, la muestra consultada señala que espera un comportamiento de regularidad o crecimiento en comparación con la situación vivida en los últimos meses.

Así, por ejemplo, en los sectores de comercio y manufactura es incluso mayor la cantidad de voceros de negocios que aguardan un crecimiento en sus utilidades (51 % y 49 %, respectivamente). En cambio, para los sectores de construcción, servicios y agropecuario, la suposición es que estos rendimientos se mantengan sin cambios. Finalmente, de todas las áreas, es la agropecuaria la que tiene la visión más negativa sobre sus utilidades, pues una tercera parte espera que decrezcan, número muy superior al del resto de categorías.

Como un detalle adicional, el balance neto de este trimestre es más positivo con respecto al anterior en comercio, servicios y manufactura y a que el promedio en todos los sectores (excepto el agropecuario).

Mejora positivismo en competitividad, pero disminuye en inversión

El informe del IICE también señala que la visión de la competitividad para el tercer trimestre del 2024 mejoró en todos los sectores en al menos un punto porcentual, con excepción del de manufactura.

En términos generales, la expectativa sobre este rubro tiene números más altos en comparación con la que había para el segundo trimestre, pero no es tan buena como la del promedio del último año. Ya en números, entre el 54,0 % (construcción) y el 26,0 % del empresariado espera que la posición competitiva de su empresa mejore y entre el 46,0 % y 67,0 % espera que siga igual. En cambio, solo un máximo del 8 % (agropecuario) teme que empeore.

Al apuntar hacia inversiones en sus empresas en temas como herramientas y equipo, infraestructura, maquinaria, tecnologías de información y comunicación y software, y en otros insumos, el informe del IICE revela que solo el 13 % de las personas consultadas se plantea realizar compras relacionadas con esos implementos. Estos son 3,2 p. p. menos que la previsión hacia el segundo trimestre.

Si se toma la encuesta como un todo, el empresariado que no prevé hacer nuevas inversiones creció de 55,8% a 65,0%. Segmentado por sectores, es en el agropecuario donde habrá más inversiones (16,0 %), mientras que el de comercio hará menos (8,0 %).

Empresariado espera alza en el del tipo de cambio

El aumento en la cotización del dólar vivido en los últimos meses parece haber afectado las respuestas sobre lo que las personas empresarias suponen que podría pasar con el tipo de cambio para el tercer trimestre.

Esto porque, en términos generales, casi la mitad de la muestra afirmó que espera un incremento en el valor del dólar (49,5 %, muy distante del 22,7 % hacia el segundo trimestre). Quienes creen que la divisa estadounidense se mantendrá con valores similares descendieron del 55,2 % al 33,6 % y aquellas empresas que consideran que este precio disminuirá cayeron a la mitad (del 14,7 % al 7,6 %).

Estos resultados rompen con la tendencia de las últimas encuestas, donde se esperaba de forma mayoritaria que el dólar mantuviera su valor.

Al consultar a las empresas de los sectores agropecuario y manufactura si son o no exportadoras, el 21,9 % afirmó que sí vende sus productos al extranjero. De ese porcentaje, el 44,0 % dijo exportar menos de la mitad de su producción, el 30,0 % dijo que sacaba más de la mitad y el 19,0 % indicó que lo hacía con entre una cuarta parte y la mitad.

Encuesta de Expectativas Empresariales – III trimestre 2024



Periodista: Pablo Mora Vargas
Oficina de Divulgación e Información
pablo.moravargas@ucr.ac.cr

La pobreza cede terreno en el país, pero la desigualdad persiste

Análisis del mercado laboral, pobreza y desigualdad en Costa Rica del IICE

Una de cada cinco personas en el país es pobre y uno de cada 20 individuos no puede satisfacer sus necesidades más básicas para vivir, revela el último informe del IICE-UCR. Foto: Laura Rodríguez Rodríguez.

El informe para el primer trimestre del 2024 advierte que la tasa de inactividad laboral aumentó en el territorio nacional, aunque los salarios se incrementaron

7 JUN 2024

El país sigue dando algunas muestras de avances en materia económica, aunque mantiene los rezagos en varios temas que son claves para disminuir la inequidad en la población. Así podría resumirse el Análisis del mercado laboral, pobreza y desigualdad en Costa Rica para el I trimestre del 2024, realizado por el Instituto de Investigaciones en Ciencias Económicas (IICE) de la Universidad de Costa Rica, dado a conocer este viernes 7 de junio.

Para febrero de este año la pobreza había caído al 20,61 % de la población, continuando con un descenso interanual casi sin pausa desde febrero del 2023, cuando alcanzó el 23,02 %, lo que significa una reducción de 2,4 puntos porcentuales (p. p.).

En la pobreza extrema también se registra un descenso, aunque menos evidente que con la pobreza general. En este caso, se manifiesta una estabilidad desde noviembre del año pasado y para febrero del 2024 esta agrupa al 5,93 % de la población. Interanualmente hay un ligero descenso de 1,2 p. p.

Pero mientras que este panorama se muestra algo más positivo durante el último año, la desigualdad en el país en febrero se situó en 0,5026, según el coeficiente de Gini. De hecho, ese es casi el mismo valor que alcanzó este índice en febrero pasado: 0,5034.

La pobreza baja más en zonas urbanas que en las rurales

Si se considera el lugar donde se sitúa la precariedad en el país diferenciándola por tipo de zona, se observa que en el segundo semestre del 2023 la disminución en las zonas rurales es menos evidente que en las urbanas. Es decir, las zonas con más densidad de población tienen menos familias que no logran cubrir sus necesidades básicas, en comparación con las más despobladas, que generalmente se encuentran en la periferia del territorio nacional. 

En el caso de la pobreza en zonas urbanas, la reducción de la pobreza fue de -2,5 p. p. entre los meses de febrero del 2023 y 2024 (18,5 % es el dato más actual), mientras que la misma bajó -2,3 p. p. en espacios rurales en ese mismo lapso, llegando al 26,1 %. Con respecto a la pobreza extrema urbana, esta llegó en febrero a 4,9 % (-1,2 p. p. interanual) y a 8,6 % en las zonas rurales (-1,1 p. p. interanual).

Según la definición utilizada por el IICE, un hogar nicaragüense es aquel en el cual la persona jefa de hogar o su pareja son autóctonas de Nicaragua y un hogar costarricense es aquel en el cual ninguno de los dos individuos nació en ese país pero al menos una de las dos personas es originaria de Costa Rica.

Considerando esa definición, el 28 % de los hogares nicaragüenses en Costa Rica eran pobres a inicios de año, mientras que los hogares jefeados por costarricenses de nacimiento sumaban el 19,86 % en esta situación (o sea, hay una diferencia en la tasa de pobreza de 8,14 p. p.).

Hace un año, el porcentaje de hogares nicaragüenses bajo esta condición era del 30,83 % (reducción de 2,82 p. p. interanuales a febrero de este año en esta categoría), mientras que el de costarricenses era del 22,2 % (reducción de 2,4 p. p. interanuales entre nacionales), lo que quiere decir que la brecha de pobreza entre ambas nacionalidades hace un año era de 8,6 p. p.

Con respecto a las cifras de pobreza extrema en esta misma calificación, en febrero de este año el 9,5 % de los hogares nicaragüenses que viven en el país se ubicaba bajo esa situación, porcentaje que baja al 5,5 % en el caso de los hogares costarricenses.

Otro tema que deja claro el análisis del IICE es lo fundamental que resultan las ayudas económicas del Gobierno para mermar la pobreza (transferencias públicas) a las familias en todo el país, sobre todo la extrema.

En el 2023, estas subvenciones permitieron reducir la pobreza total en 2,2 puntos porcentuales. No obstante, este número viene cayendo desde el 2020, cuando ese dato era de 3,5 p.p. 

En el caso de la pobreza extrema, las transferencias contribuyeron en 4,4 p. p. a su reducción a comienzos del 2024, aporte casi igual a los dos años anteriores, mientras que para el 2020 se trató de 5,0 p. p.

¿Más trabajo? Depende de cuál población…

En materia de ocupación, desempleo e inactividad, la situación del país depende desde el ángulo que se mire.

La inactividad laboral toma en cuenta a toda la población que está fuera de la fuerza laboral, es decir, es la gente que no trabaja ni busca empleo, con 15 años o más. En este caso, la tasa de inactividad en el país fue del 44,09 % para el I trimestre de este año. Este porcentaje ha sido constante en los últimos meses y significa un aumento de 0,86 p. p. con respecto a ese mismo periodo del 2023.

Desde el punto de vista de la ocupación, el fenómeno es diferente: aquí se considera solo el porcentaje de las personas que trabajan y que tienen 15 años o más. En este caso, tasa en Costa Rica fue del 51,54 % para el trimestre de enero, febrero y marzo de este año. Al igual que con la inactividad, este porcentaje es muy similar al que se presentó en los últimos meses, pero si se toma en cuenta el mismo periodo del 2023, la ocupación creció en 0,79 p. p.

Las personas con mayor tasa de ocupación son las que se ubican entre los 35 y los 44 años, que tienen títulos universitarios, y de sexo masculino. Al contrario, quienes más reportan estar buscando trabajo tienen 60 años o más o entre 15 y 24 años, no tienen primaria completa, y son mujeres.

Esto contrasta con la tasa de desempleo para los últimos tres meses analizados, que se ubica en el 7,82 %. Este ha sido desde el trimestre móvil de noviembre y diciembre del 2023 y enero del 2024, pero si se toma en cuenta el cambio interanual, este descendió 2,78 p. p.

La buena noticia para quienes trabajan es que la mediana de los salarios reales, tanto por mes como por hora, vienen subiendo desde el cuarto trimestre del 2022. Prueba de lo anterior es que el salario real mediano mensual creció casi 7 % en el primer trimestre de este año, en comparación con el mismo periodo del 2023. Lo mismo pasó con los salarios reales por hora en esos mismos meses, que subieron en un 10,71%.

Disminuyen las diferencias salariales por género y nacionalidad

La brecha entre los sueldos obtenidos por hombres y mujeres se ha reducido ligeramente, así como entre personas que nacieron en Nicaragua y personas costarricenses en el país, durante el primer trimestre del año. Aquí hay que tomar en cuenta que se trata de personas en condiciones similares a nivel educativo y técnico, edad, lugar de residencia, entre otros.

En el primer caso, mientras en el primer trimestre del año pasado las mujeres ganaban 88,8 colones por cada 100 de los hombres, para el mismo periodo de este 2024 esa cifra es de 90 colones (incremento de 1,4 colones). Eso sí, hubo un agravamiento de este tema en el tercer trimestre del año pasado, cuando esa cifra bajó hasta 86,48 colones para las mujeres por cada 100 colones de ingreso de los hombres.

Con respecto a las diferencias salariales por nacionalidad, para el primer trimestre de este año una persona trabajadora nicaragüense en el país ganaba 87,5 colones por cada 100 que ganaba alguien de origen costarricense. Hace un año en este mismo periodo, la cifra para las primeras era de 86,8 colones, es decir, la brecha disminuyó en casi 0,8 colones a favor de quienes emigraron desde Nicaragua.

Si se toma en cuenta el nivel educativo, pero con otras características similares, las distancias salariales también se redujeron. Para el primer trimestre del 2024, la población con primaria completa y secundaria incompleta percibió 108,4 colones por cada 100 colones que recibían aquellas personas que no completaron la primaria. Hace un año ese monto era de 114,06 colones. 

En el caso de quienes tienen universidad completa, duplicaron a las que tienen primaria incompleta, con un ingreso de 200,1 colones por cada 100 de estos últimos. Pese a esa enorme diferencia, ese número descendió de manera interanual en comparación con el primer trimestre del 2023, cuando ese ingreso era de 209,73 colones por cada 100 de quienes no terminaron la escuela.

Finalmente, en cuanto a la participación laboral por sexo (personas que trabajan o que buscan trabajo), los hombres superaron a las mujeres con una tasa de 24,2 p. p. en el primer trimestre del 2024. Hace un año, esta era de 23,95 p. p., es decir, casi la misma cifra. 

Mientras tanto, por país de nacimiento, es mayor la cantidad de individuos de origen nicaragüense insertados o buscando un espacio en el mercado laboral con respecto a los costarricenses: quienes migran o vienen como refugiados de ese país participan 8,7 puntos porcentuales más que los locales.  Este número viene creciendo desde el segundo trimestre del 2023, cuando la tasa era de 4,36 p. p., aunque la brecha no es tan grande si se toma en cuenta el dato de manera interanual: ahí solo hubo un ensanchamiento de 1,58 p. p.

IICE-UCR: resumen del Análisis del Mercado Laboral para el primer trimestre del 2024



Periodista: Pablo Mora Vargas
Oficina de Divulgación e Información
pablo.moravargas@ucr.ac.cr