IICE: El empresariado nacional sigue optimista, pero su positivismo cedió terreno

Encuesta de Expectativas Empresariales para el tercer trimestre del 2024

09 JUL 2024

En términos generales, el empresariado costarricense sigue viendo el futuro cercano con esperanza, aunque con menos positivismo del que tuvo de cara al segundo trimestre. Esa es la principal conclusión que se extrae del Índice de Expectativas Empresariales (IEE) de cara a los meses de julio, agosto y setiembre de este año, el cual tuvo una calificación de 56,0 puntos, lo que significa una reducción 1,6 puntos porcentuales (p. p.) en comparación con el estudio anterior.

Esta encuesta del Instituto de Investigación en Ciencias Económicas (IICE) de la Universidad de Costa Rica (UCR) se realizó del 20 de mayo al 7 de junio de este año. Se consultaron a 434 personas de diferentes empresas de los sectores servicios, manufactura, construcción, comercio y agropecuario.

Si se desagregan los resultados estas áreas, se observan tendencias a la baja y al alza. Los del primer grupo, que vieron caer sus expectativas, son servicios (52,2 puntos, una reducción de 5,7 p. p.), manufactura (58,0 puntos, -1,4 p. p.) y construcción (61,8 puntos, -1,2 p. p.). No obstante, cabe destacar que este último sector sigue con la calificación más alta de los cinco evaluados.

En cambio, los que mostraron una mejoría son el de comercio (60,2 puntos, mejora de 1,4 p. p.) y el agropecuario (51,2, +2,3 p. p.). No obstante, este último sigue siendo el menos positivo de todos los analizados, aunque se encuentra en el espacio optimista (superior al nivel de 50).

Algo que llama la atención es que todos los sectores se ubican en el rango de expectativas positivas (mayores a un puntaje de 50), algo no ocurría desde la encuesta realizada por el IICE para el tercer trimestre del 2018. Aunado a lo anterior, la nota de 56,0 supera en 2,4 puntos porcentuales el promedio de los terceros trimestres de los años anteriores.

La perspectiva de empleo continúa a la baja

Al calcular la diferencia entre las respuestas de las empresas que prevén nuevas contrataciones menos las que visualizan despidos, la encuesta del IICE da como resultado 10,6 p. p. favorables al primero grupo. Pero este número se redujo en -2,4 p. p. con respecto a este mismo balance en el último análisis hacia el segundo trimestre.

Además, la investigación señala que, al menos, dos terceras partes de las empresas consultadas mantendrán la cantidad de empleados para este tercer trimestre (2 puntos porcentuales más que en la anterior). De ese 65 % mínimo en todos los sectores, el 27,4 % aseguró que no habrá más adiciones a su planilla porque realizó contrataciones entre abril y junio.

Si se toma en cuenta la totalidad de las respuestas, el 72,2 % aseveró que no vendrán cambios en el tamaño de sus colaboradores. En cuanto a las firmas que planean contratar personal, estas sumaron el 19,2 % (2,5 p. p, menos que en la encuesta de marzo que hizo la previsión para los meses de abril a junio), mientras que las que prevén despidos suman el 8,6 %, porcentaje casi igual al último análisis.

El sector que más planea realizar contrataciones es comercio: así lo prevé el 31 %. El que se plantea la posibilidad de más despidos es el agropecuario, con un 18 % y el que pronostica más estabilidad es servicios, con un 77 %.

Llama la atención que el sector construcción muestra una seria contracción en su balance de empleo particular, pues este se redujo en 21,0 p. p. con respecto a la encuesta de marzo. Lo mismo pasó con manufactura y servicios, pero con márgenes menores (-5,8 p. p, y -5,1 p. p., respectivamente). En cambio, en el sector de comercio este mejoró en 15,4 p. p., así como en el agropecuario (2,2 p. p.).

Si se toma en cuenta el tamaño de los negocios por la cantidad de colaboradores, son las pequeñas empresas las que más piensan contratar personal, con un 49,4 %. Les siguen las medianas, con una expectativa del 29,0 %, las grandes y, finalmente, las microempresas, con un 9,6 %.

Pesimismo ataca previsión hacia ventas y producción

El balance neto de las ventas y producción para este tercer trimestre es 9 puntos porcentuales menor al que hubo para el segundo trimestre. Si se toman los datos por cada sector por separado, se observa que el más optimista en este apartado es el de comercio, donde el 57 % espera que sus ventas suban.

En cambio, el más pesimista es el de servicios, pues el 19 % de sus respuestas temen un descenso en sus ventas. Finalmente, los más estables en su producción son el agropecuario y construcción, ambos con un 46 %.

Sobre los fundamentos dados para sus opiniones, el empresariado optimista lo está porque asegura que espera más demanda por la apertura de nuevos mercados y por los contratos y proyectos que iniciarán en julio, agosto y setiembre. En cambio, en el pesimista pesan más el ciclo del mercado, la competitividad y los factores estacionales.

El informe del IICE señala que, si se comparan estas variaciones con el promedio anual, hay valores por encima del promedio (variando entre 7,0 y 16,0 puntos porcentuales) en servicios, manufactura y agropecuario.

Con respecto a las utilidades que puedan generar las empresas, la muestra consultada señala que espera un comportamiento de regularidad o crecimiento en comparación con la situación vivida en los últimos meses.

Así, por ejemplo, en los sectores de comercio y manufactura es incluso mayor la cantidad de voceros de negocios que aguardan un crecimiento en sus utilidades (51 % y 49 %, respectivamente). En cambio, para los sectores de construcción, servicios y agropecuario, la suposición es que estos rendimientos se mantengan sin cambios. Finalmente, de todas las áreas, es la agropecuaria la que tiene la visión más negativa sobre sus utilidades, pues una tercera parte espera que decrezcan, número muy superior al del resto de categorías.

Como un detalle adicional, el balance neto de este trimestre es más positivo con respecto al anterior en comercio, servicios y manufactura y a que el promedio en todos los sectores (excepto el agropecuario).

Mejora positivismo en competitividad, pero disminuye en inversión

El informe del IICE también señala que la visión de la competitividad para el tercer trimestre del 2024 mejoró en todos los sectores en al menos un punto porcentual, con excepción del de manufactura.

En términos generales, la expectativa sobre este rubro tiene números más altos en comparación con la que había para el segundo trimestre, pero no es tan buena como la del promedio del último año. Ya en números, entre el 54,0 % (construcción) y el 26,0 % del empresariado espera que la posición competitiva de su empresa mejore y entre el 46,0 % y 67,0 % espera que siga igual. En cambio, solo un máximo del 8 % (agropecuario) teme que empeore.

Al apuntar hacia inversiones en sus empresas en temas como herramientas y equipo, infraestructura, maquinaria, tecnologías de información y comunicación y software, y en otros insumos, el informe del IICE revela que solo el 13 % de las personas consultadas se plantea realizar compras relacionadas con esos implementos. Estos son 3,2 p. p. menos que la previsión hacia el segundo trimestre.

Si se toma la encuesta como un todo, el empresariado que no prevé hacer nuevas inversiones creció de 55,8% a 65,0%. Segmentado por sectores, es en el agropecuario donde habrá más inversiones (16,0 %), mientras que el de comercio hará menos (8,0 %).

Empresariado espera alza en el del tipo de cambio

El aumento en la cotización del dólar vivido en los últimos meses parece haber afectado las respuestas sobre lo que las personas empresarias suponen que podría pasar con el tipo de cambio para el tercer trimestre.

Esto porque, en términos generales, casi la mitad de la muestra afirmó que espera un incremento en el valor del dólar (49,5 %, muy distante del 22,7 % hacia el segundo trimestre). Quienes creen que la divisa estadounidense se mantendrá con valores similares descendieron del 55,2 % al 33,6 % y aquellas empresas que consideran que este precio disminuirá cayeron a la mitad (del 14,7 % al 7,6 %).

Estos resultados rompen con la tendencia de las últimas encuestas, donde se esperaba de forma mayoritaria que el dólar mantuviera su valor.

Al consultar a las empresas de los sectores agropecuario y manufactura si son o no exportadoras, el 21,9 % afirmó que sí vende sus productos al extranjero. De ese porcentaje, el 44,0 % dijo exportar menos de la mitad de su producción, el 30,0 % dijo que sacaba más de la mitad y el 19,0 % indicó que lo hacía con entre una cuarta parte y la mitad.

Encuesta de Expectativas Empresariales – III trimestre 2024



Periodista: Pablo Mora Vargas
Oficina de Divulgación e Información
pablo.moravargas@ucr.ac.cr

IICE: el empresariado nacional mantiene su positivismo en la economía para este año

Encuesta de Expectativas Empresariales para el segundo trimestre del 2024

Todos los sectores productivos continúan con un aire optimista sobre sus expectativas

23 ABR 2024

Las previsiones económicas del empresariado costarricense continúan siendo alentadoras en este 2024. Así lo afirman los resultados del Índice de Expectativas Empresariales (IEE) para el segundo trimestre de este año, el cual tuvo una calificación de 57,5 puntos, prácticamente el mismo de la última encuesta realizada para el primer trimestre del 2024 (56,9 puntos).

Además, hay una leve mejoría si se compara el resultado más actual con el promedio de los segundos trimestres de los últimos años, que el dato más actual supera por 3,5 puntos porcentuales. De hecho, es la mejor nota dada por el empresariado para un segundo trimestre desde la registrada en el 2012 (57,8).

Según la última Encuesta Trimestral Sobre Opinión de Empresarios (ETOE) realizada por el Instituto de Investigación en Ciencias Económicas (IICE) de la Universidad de Costa Rica (UCR), esta situación se replica en prácticamente todos los sectores que se suelen consultar: agropecuario, construcción, comercio y servicios. Este último análisis se realizó del 19 de febrero al 7 de marzo de este año, para el cual se consultó a personas de 415 empresas de los sectores económicos mencionados.

Solo en el caso de manufactura se detectó una baja importante (-3,1 puntos) aunque esta es insuficiente para minar las promisorias expectativas de este sector (59,5 puntos). También cabe destacar que la única actividad económica que aún no alcanza el “terreno optimista” es el agro (puntaje de 48,9), aunque tuvo una mejora simbólica de 1,4 puntos con respecto a la encuesta anterior de finales del 2023. En términos generales, donde están las opiniones más optimistas es en construcción (63,0), lo cual no deja de ser llamativo, ya que hace dos años era el sector más pesimista.

Baja la perspectiva de empleo para el segundo trimestre

Al menos el 63 % de los sectores consultados espera mantener su planilla sin cambios, número muy similar al que arrojó la encuesta pasada. De esa cifra, un 29 % afirma que su decisión se basa en que realizó contrataciones en los últimos tres meses.

Si se toman en cuenta todas las respuestas, casi siete de cada 10 participantes en la encuesta no esperan hacer cambios en el número de su planilla, mientras el 21,7 % sí se plantea integrar nuevos miembros y el 8,7 % cree que hará reducciones.

Esto significa un balance neto de 13 puntos porcentuales (posibles contrataciones menos posibles despidos), es decir, existe una perspectiva de empleo más negativa que hace tres meses, cuando este porcentaje fue de 19 puntos porcentuales (p. p.). A la inversa, hay más optimismo en este dato si se le compara con el balance para el segundo trimestre de los últimos 14 años (3,9 p. p. en promedio).

Por su parte, las respuestas sobre un posible incremento del personal para este segundo trimestre en las empresas varían entre el 15 % del agropecuario y el 33 % de construcción.

Si se toma en cuenta el tamaño de la empresa y los movimientos de planilla, las “pequeñas” son las que esperan una mayor contratación, con un 52,2 % de respuestas, seguidas de las “medianas” y “grandes” (18,9 % y 16,5 %, respectivamente) y, por último, las “microempresas”, con un 13,3 %.

Ventas, producción y utilidades son vistas con positivismo

El balance del empresariado que estima un buen segundo trimestre para las ventas y la producción es superior al que presentaba la encuesta para el primer trimestre, con mejoras de entre 14 y 37 puntos porcentuales, dependiendo del sector. Incluso, la diferencia es mejor que la mostrada, en promedio, el año pasado.

Ya por áreas de actividad económica, la que más espera un aumento en las ventas y producción es la agropecuaria, con un 44 %; seguida de construcción, con un 38 %. En cambio, la que más negativa se muestra es la de servicios, pues el 20 % cree que estos factores disminuirán en el trimestre en curso.

El empresariado más positivo considera que existe una mayor producción y capacidad en las ventas, además de que ha visto mejoras en el movimiento de su mercado, así como una mayor capacidad de producción e implementación de nuevos productos y distintas presentaciones. En el sentido opuesto, el más pesimista se queja de los factores estacionales durante los meses analizados, el comportamiento del dólar y la competitividad de su sector.

Al igual que con las ventas y la producción, los resultados de la encuesta también reflejan una mejora en la esperanza de mayores utilidades para los negocios en el segundo trimestre del 2024. De hecho, para todos los sectores menos el agropecuario, es superior la expectativa de que estas mejoren a que se mantengan o bajen.

Así ocurre en construcción (67 %), manufactura (50 %), comercio (48 %) y servicios (45 %). En el agropecuario, prima la idea de que las utilidades se mantendrán iguales (54 %) y es el que más teme que estas puedan bajar, aunque con un porcentaje reducido (20 %). Si se comparan esas cifras con los datos promedio del último año, nuevamente es el sector construcción el que presenta la mayor mejora, seguido del de servicios. En cambio, para los otros existe un empeoramiento en su perspectiva de entre el 1 % y el 6 %.

Desciende positivismo en competitividad, pero la inversión mejoraría

A pesar de que la gran mayoría del empresariado prevé que la posición competitiva de su negocio se mantenga o mejore, si se comparan las respuestas netas con los resultados en promedio del último año, estos son menos halagüeños en todos los sectores.

Ahora bien, si se desagregan los resultados por área, comercio es la que espera una mejor competitividad de sus operaciones, con un 52 %, mientras el agropecuario es el que presenta la perspectiva más negativa, con un 15 %. Pero, en términos generales, las respuestas mayoritarias asumen que el panorama competitivo en su sector se mantendrá igual, con respuestas que oscilan entre el 45 % y el 54 %.

También, de forma mayoritaria, las empresas no prevén realizar nuevas inversiones en elementos como herramientas y equipo, infraestructura, maquinaria, tecnologías de información y comunicación y software, y otros. Las dos áreas que más plantean atreverse a realizar este tipo de adquisiciones son manufactura (18,0 %) y servicios (17,5 %), mientras que el menor porcentaje es el del comercio (12,3 %). Los porcentajes que no saben si realizarán nuevas compras de esta índole oscilan entre el 23,6 % y el 33,6 %.

En promedio, el empresariado que estaría haciendo nuevas inversiones es el 16,1 %, esto son 2,4 p. p. más de lo dicho para el primer trimestre. En este sentido, el sector que mejoró más su expectativa (con respecto a la encuesta anterior) de inyectar más recursos a su empresa en los elementos mencionados fue el de construcción (+ 4,7 p. p.).

Empresas prevén estabilización del tipo de cambio

Al igual que ha ocurrido en otras encuestas anteriores, la mayor parte de los individuos consultados por el IICE (55,2 %) manifestaron que el precio del dólar en el país no tendrá grandes variaciones. De ese porcentaje, 4 de cada 10 respuestas señalaron que este efecto no afectará la posición competitiva de sus empresas; una cuarta parte afirmó que les beneficiará, mientras tres de cada 10 más bien dijo que una situación así perjudicará a sus negocios.

El sector que más apuesta por la estabilidad en el tipo de cambio es el agropecuario (68,3 %). Cabe destacar que, durante el periodo de aplicación de la encuesta, el dólar mantuvo un valor promedio de 517,2 colones y durante la consulta para el primer trimestre el precio promedio fue de 518,8 colones, es decir, hubo una estabilidad clara en este factor.

En tanto, el tipo de negocio que más considera que la divisa estadounidense bajará aún más es el manufacturero (18,2 %). En el sentido contrario, el que más afirma que esa moneda aumentará su valor en el segundo trimestre es construcción, donde una tercera parte de las respuestas así lo señaló.

Si se desglosan estos resultados entre empresas exportadoras y no exportadoras, el 61 % de las primeras sostienen que el valor del dólar les afectará negativamente, el 30,6 % señala que no provocará ningún efecto y solo el 8,2 % considera que les beneficiará. En el caso de las segundas, el mayor porcentaje se concentra en el empresariado que afirma que el tipo de cambio no surtirá ningún efecto en sus operaciones (46,9 %), el 30,7 % se muestra esperanzado en que los beneficiará y el 22,3 % que los perjudicará.

Finalmente, el 20,6 % de las empresas consultadas aseveró que exportan sus productos (únicamente entre los sectores agropecuario y manufactura). Dentro de este grupo, el 42,0 % indicó que exporta menos de una cuarta parte de su producción, el 39,0 % exporta más de la mitad y el 12,0 % exporta entre una cuarta parte y la mitad, mientras que el 7,0 % no respondió.

Encuesta de expectativas empresariales – II Trimestre 2024



Periodista: Pablo Mora Vargas
Oficina de Divulgación e Información
pablo.moravargas@ucr.ac.cr

IICE pronostica un crecimiento del 4,4 % para la economía costarricense del 2024

Investigación de la Universidad de Costa Rica cree que el Producto Interno Bruto podrá oscilar este año entre el 3,99 % y el 4,75 %

4 ENE 2024

teletrabjo disminuye
El gasto interanual en los hogares fue el único rubro que mostró números positivos en cuanto al consumo nacional entre los cuartos trimestres del 2022 y 2023: representó un 3,74 %.

Las condiciones económicas del país siguen similares a las que presentaba en el cierre del 2023, afirma el más reciente Análisis trimestral de la economía: IV trimestre 2023 y proyección para el 2024

Las perspectivas económicas del país siguen siendo positivas. Así lo demuestran los números que reporta el Instituto de Investigaciones en Ciencias Económicas (IICE) de la Universidad de Costa Rica (UCR), en el más reciente Análisis trimestral de la economía: IV trimestre 2023 y proyección para el 2024, publicado este viernes 12 de abril.

De acuerdo con las estimaciones del IICE, se espera que Costa Rica crezca puntualmente un 4,4 % en su producto interno bruto (PIB) durante el 2024, con un rango entre el 3,99 % y el 4,75 %.  

Además, el instituto hace un pronóstico de crecimiento para este segundo trimestre del año, el cual lo ubica en 4,28 %, con un porcentaje más mesurado que los porcentajes que presentaba el país a finales del 2023. 

En términos generales, la economía no presenta cambios respecto a las condiciones presentadas en el 2023 y pese a oscilaciones del comportamiento trimestral del PIB interanual, la tasa de crecimiento se sigue considerando alta.  

Para el último trimestre del 2023, el crecimiento lo sostiene la producción del régimen especial (donde se incluyen las zonas francas), el cual muestra un incremento de un 11 % con respecto al trimestre anterior.  

Por su parte, el régimen definitivo (la economía local) también mostró un crecimiento interanual del 4,3 % en el último trimestre, y aunque este sigue siendo aún menos de la mitad del reportado por el régimen especial.  

Por otra parte, el IICE llama la atención al señalar que al inicio del 2023 fue el régimen especial el que impulsó la economía nacional, pero que a partir del segundo semestre fue más bien el definitivo el que dinamizó la producción. Con esto, el Instituto espera que el régimen definitivo continúe impulsando el crecimiento económico a futuro.  

De momento, los sectores económicos que presentaron los mayores aportes al crecimiento económico fueron el de manufactura, y las actividades científicas, técnicas y administrativas. Por el contrario, las de menor aporte al crecimiento fueron electricidad, agua y servicios de saneamiento, administración pública y seguridad social, minas y canteras; y otras actividades. 

El consumo de los hogares sostiene la demanda interna

El gasto desde las familias costarricenses mostró un cambio interanual positivo en el cuarto trimestre del año anterior, obteniendo un cambio que representó un 3,7 % del PIB. No obstante, este porcentaje disminuyó ligeramente si se compara con el interanual del tercer trimestre del 2024 (4,02 %).  

La inversión y el consumo del Gobierno fueron casi nulos en el cuarto trimestre del 2023 (-0,08 % y -0,06 % respectivamente). En el segundo caso, los cambios interanuales del gasto desde el Ejecutivo se mantuvieron con números mínimos durante todo el 2023. 

Por el contrario, en la demanda interna, el componente del consumo final de los hogares sufrió un crecimiento importante en el cuarto trimestre del 2023, pasando de un 2,7 % a un 6,1 %. Si se desglosa este porcentaje, se observa que 3,80 p. p. son producto de gastos en servicios; 1,22 p. p. por bienes no duraderos; 0,18 p. p. por bienes semiduraderos; y 0,9 p. p. por bienes duraderos.

Los niveles de ocupación tienen signos de erosión

Si se considera la tasa de ocupación de manera interanual, esta sufrió una caída del 4,2 %, entre el cuarto trimestre de 2022 y el cuarto trimestre de 2023. En el caso de las horas trabajadas en el empleo principal, estas también se vieron reducidas en un 2,3 %.

La baja en la ocupación total tiene una explicación simple: ocho de las 18 ramas de actividad laboral sufrieron un retroceso, siendo las más afectadas los hogares como empleadores -2,67 %, la construcción -1,60 %, el comercio y la reparación -1,35 % y las actividades profesionales y administrativas de apoyo -1,30 %. En cambio, las ramas que más crecieron fueron enseñanza y salud 1,44 % y administración pública 1,08 %. 

Tomando en cuenta la reducción en las horas trabajadas y el crecimiento del PIB, la productividad mejoró un 7,6 % interanualmente en el último trimestre del año.

Precios a la baja

El Índice de Precios al Consumidor (IPC) ha continuado con su tendencia de tener números negativos en los primeros meses del año y en febrero contabilizó un -1,13 %, según el informe.  

De la misma manera, el informe indica que el IPC menos combustibles, alimentos y bienes regulados, obtuvo un porcentaje de -0,24 % en febrero.  

¿Por qué ocurre esto? Basándose en los datos del INEC, el IICE señala que los precios de los servicios son los que evitan que el IPC esté aún más por debajo de cero, pues contribuyen de manera positiva a la inflación. En cambio, las variaciones de los precios de alimentos y bebidas, bienes y transportes son el ancla que está hundiendo a la inflación desde junio del año pasado, ya que contribuyen negativamente a la variación en el IPC. 

En los siguientes tres meses por venir, el análisis prevé que el IPC aumente, dejando por fin los números negativos y ubicándose en un margen entre él -0.29 % y el 2,40 %.  

En términos generales, el empresariado tiene la expectativa de que los precios no muestren grandes variaciones a lo largo de este segundo trimestre del 2024. 

Tasas en descenso

La Tasa de Política Monetaria (TPM) lleva más de un año con descensos sostenidos. Para finales de febrero, se ubicó en 5,75 % y a finales de marzo sufrió una nueva reducción de 50 puntos base, ubicándola en 5,25 %.

Si se observa la distancia con la Tasa Básica Pasiva (TBP) es evidente que esta ha venido en un claro descenso desde mediados de abril del año pasado. Para finales del segundo mes de este año, la TBP quedaba en un 5,07 % y el IICE espera que siga con la tendencia de tener pequeños descensos sostenidos en los próximos meses. A inicios de abril, según datos del BCCR, la TBP se encontraba en 4,92 %.  

En cuanto a los saldos interanuales de crédito del sistema bancario nacional al sector privado no financiero, como porcentaje del PIB, fueron relevantes en diciembre de 2023, pues dejaron de reflejar cifras negativas y los cambios en los saldos representaron un 0,29 % del PIB. La cifra se explica porque el cambio en los saldos de crédito para consumo aportó 0,69 p.p. y comercio y servicios 0,26 p.p. Pero los cambios interanuales en los saldos de los créditos para vivienda, para agricultura, ganadería pesca, industria y otros quedaron en negativo, lo que supuso un cambio interanual en los créditos de 0,29 %. 

El Gobierno Central aumentó el déficit fiscal interanual en el 2023

Si bien el Gobierno Central mantiene la tendencia desde el 2020 de tener menos gastos, el año pasado se presentó el fenómeno de que los ingresos también descendieron (y en mayor medida) con respecto al 2022. 

En números, los gastos del Gobierno Central como porcentaje del PIB fueron del 18,5 % el año pasado (18,9 % en el 2022), mientras que los ingresos crecieron un 15,3 % (16,4 % en 2022). Esto produjo que el déficit fiscal fuera en el 2023 del -3,3 %. 

Con respecto a los ingresos tributarios reportados por el Gobierno Central como porcentaje del PIB, el Impuesto sobre la Renta y el Impuesto al Valor Agregado (IVA) son las principales “canteras” de donde obtiene recursos el Gobierno. En el caso del primero, hubo una baja en su recaudación en comparación del 2022, ya que en aquel año se recolectó un 5,43 % del PIB, mientras que para el año pasado se registró un 5,29 %. En el segundo, su recaudación sufrió una ligera disminución, ya que pasó de un 4,89 % en 2022 a un 4,86 % en el 2023. 

Además, otros impuestos indirectos como los de bebidas alcohólicas y no alcohólicas, el traspaso de vehículos usados, derechos de salida del territorio nacional e ingresos tributarios de aduanas, también redujeron la cantidad recaudada como porcentaje del PIB, pasando de 1,22 % en el 2022 a 0,83 % en el 2023. 

En términos generales, otras fuentes como el Impuesto Único a los Combustibles, el Impuesto a la propiedad y el Impuesto al consumo tuvieron cambios muy pequeños, por lo que el IICE señala que esto podría indicar que algunas medidas implementadas para aumentar la recolección de impuestos ya alcanzaron su tope. 

Las exportaciones crecen más que las importaciones, pese al tipo de cambio

Durante el 2021 y el 2022, los cambios interanuales en las exportaciones fueron menores a los cambios interanuales en las importaciones. Por ejemplo, en el 2022 la diferencia entre ambas fue de -7 p. p. Sin embargo, para el 2023 hay un cambio en los datos: las exportaciones crecieron más que las importaciones (con una diferencia de 10,4 p. p.), aun cuando el tipo de cambio a diciembre de 2023 había sufrido una reducción de 11,2 % respecto a diciembre del 2022. 

Las exportaciones en términos generales aumentaron entre el 2022 y el 2023. El régimen especial (donde están presentes las zonas francas) es el que más impulsa la exportación en el país: envió $11 857 millones al extranjero en el 2023, muy superior a los $6 284 millones del régimen definitivo. Ese número es mucho menor al que exportó el régimen especial en el 2022, cuando la cifra fue de $9 719 millones (o sea, entre el 2022 y el 2023 aumentó en $2 138 millones) y de $5 994 millones para el régimen definitivo (crecimiento interanual de $290 millones en el 2023). 

Con las importaciones sucede lo contrario. Ahí es el régimen definitivo el que más compra fuera de nuestras fronteras: $17 632 millones el año pasado, versus los $4 863 millones del régimen especial. No obstante, el crecimiento de las importaciones del régimen definitivo fue menor al crecimiento de las importaciones del régimen especial (4,5 % vs 7,5 %). 



Periodista: Pablo Mora Vargas
Oficina de Divulgación e Información
pablo.moravargas@ucr.ac.cr