La pobreza cede terreno en el país, pero la desigualdad persiste

Análisis del mercado laboral, pobreza y desigualdad en Costa Rica del IICE

Una de cada cinco personas en el país es pobre y uno de cada 20 individuos no puede satisfacer sus necesidades más básicas para vivir, revela el último informe del IICE-UCR. Foto: Laura Rodríguez Rodríguez.

El informe para el primer trimestre del 2024 advierte que la tasa de inactividad laboral aumentó en el territorio nacional, aunque los salarios se incrementaron

7 JUN 2024

El país sigue dando algunas muestras de avances en materia económica, aunque mantiene los rezagos en varios temas que son claves para disminuir la inequidad en la población. Así podría resumirse el Análisis del mercado laboral, pobreza y desigualdad en Costa Rica para el I trimestre del 2024, realizado por el Instituto de Investigaciones en Ciencias Económicas (IICE) de la Universidad de Costa Rica, dado a conocer este viernes 7 de junio.

Para febrero de este año la pobreza había caído al 20,61 % de la población, continuando con un descenso interanual casi sin pausa desde febrero del 2023, cuando alcanzó el 23,02 %, lo que significa una reducción de 2,4 puntos porcentuales (p. p.).

En la pobreza extrema también se registra un descenso, aunque menos evidente que con la pobreza general. En este caso, se manifiesta una estabilidad desde noviembre del año pasado y para febrero del 2024 esta agrupa al 5,93 % de la población. Interanualmente hay un ligero descenso de 1,2 p. p.

Pero mientras que este panorama se muestra algo más positivo durante el último año, la desigualdad en el país en febrero se situó en 0,5026, según el coeficiente de Gini. De hecho, ese es casi el mismo valor que alcanzó este índice en febrero pasado: 0,5034.

La pobreza baja más en zonas urbanas que en las rurales

Si se considera el lugar donde se sitúa la precariedad en el país diferenciándola por tipo de zona, se observa que en el segundo semestre del 2023 la disminución en las zonas rurales es menos evidente que en las urbanas. Es decir, las zonas con más densidad de población tienen menos familias que no logran cubrir sus necesidades básicas, en comparación con las más despobladas, que generalmente se encuentran en la periferia del territorio nacional. 

En el caso de la pobreza en zonas urbanas, la reducción de la pobreza fue de -2,5 p. p. entre los meses de febrero del 2023 y 2024 (18,5 % es el dato más actual), mientras que la misma bajó -2,3 p. p. en espacios rurales en ese mismo lapso, llegando al 26,1 %. Con respecto a la pobreza extrema urbana, esta llegó en febrero a 4,9 % (-1,2 p. p. interanual) y a 8,6 % en las zonas rurales (-1,1 p. p. interanual).

Según la definición utilizada por el IICE, un hogar nicaragüense es aquel en el cual la persona jefa de hogar o su pareja son autóctonas de Nicaragua y un hogar costarricense es aquel en el cual ninguno de los dos individuos nació en ese país pero al menos una de las dos personas es originaria de Costa Rica.

Considerando esa definición, el 28 % de los hogares nicaragüenses en Costa Rica eran pobres a inicios de año, mientras que los hogares jefeados por costarricenses de nacimiento sumaban el 19,86 % en esta situación (o sea, hay una diferencia en la tasa de pobreza de 8,14 p. p.).

Hace un año, el porcentaje de hogares nicaragüenses bajo esta condición era del 30,83 % (reducción de 2,82 p. p. interanuales a febrero de este año en esta categoría), mientras que el de costarricenses era del 22,2 % (reducción de 2,4 p. p. interanuales entre nacionales), lo que quiere decir que la brecha de pobreza entre ambas nacionalidades hace un año era de 8,6 p. p.

Con respecto a las cifras de pobreza extrema en esta misma calificación, en febrero de este año el 9,5 % de los hogares nicaragüenses que viven en el país se ubicaba bajo esa situación, porcentaje que baja al 5,5 % en el caso de los hogares costarricenses.

Otro tema que deja claro el análisis del IICE es lo fundamental que resultan las ayudas económicas del Gobierno para mermar la pobreza (transferencias públicas) a las familias en todo el país, sobre todo la extrema.

En el 2023, estas subvenciones permitieron reducir la pobreza total en 2,2 puntos porcentuales. No obstante, este número viene cayendo desde el 2020, cuando ese dato era de 3,5 p.p. 

En el caso de la pobreza extrema, las transferencias contribuyeron en 4,4 p. p. a su reducción a comienzos del 2024, aporte casi igual a los dos años anteriores, mientras que para el 2020 se trató de 5,0 p. p.

¿Más trabajo? Depende de cuál población…

En materia de ocupación, desempleo e inactividad, la situación del país depende desde el ángulo que se mire.

La inactividad laboral toma en cuenta a toda la población que está fuera de la fuerza laboral, es decir, es la gente que no trabaja ni busca empleo, con 15 años o más. En este caso, la tasa de inactividad en el país fue del 44,09 % para el I trimestre de este año. Este porcentaje ha sido constante en los últimos meses y significa un aumento de 0,86 p. p. con respecto a ese mismo periodo del 2023.

Desde el punto de vista de la ocupación, el fenómeno es diferente: aquí se considera solo el porcentaje de las personas que trabajan y que tienen 15 años o más. En este caso, tasa en Costa Rica fue del 51,54 % para el trimestre de enero, febrero y marzo de este año. Al igual que con la inactividad, este porcentaje es muy similar al que se presentó en los últimos meses, pero si se toma en cuenta el mismo periodo del 2023, la ocupación creció en 0,79 p. p.

Las personas con mayor tasa de ocupación son las que se ubican entre los 35 y los 44 años, que tienen títulos universitarios, y de sexo masculino. Al contrario, quienes más reportan estar buscando trabajo tienen 60 años o más o entre 15 y 24 años, no tienen primaria completa, y son mujeres.

Esto contrasta con la tasa de desempleo para los últimos tres meses analizados, que se ubica en el 7,82 %. Este ha sido desde el trimestre móvil de noviembre y diciembre del 2023 y enero del 2024, pero si se toma en cuenta el cambio interanual, este descendió 2,78 p. p.

La buena noticia para quienes trabajan es que la mediana de los salarios reales, tanto por mes como por hora, vienen subiendo desde el cuarto trimestre del 2022. Prueba de lo anterior es que el salario real mediano mensual creció casi 7 % en el primer trimestre de este año, en comparación con el mismo periodo del 2023. Lo mismo pasó con los salarios reales por hora en esos mismos meses, que subieron en un 10,71%.

Disminuyen las diferencias salariales por género y nacionalidad

La brecha entre los sueldos obtenidos por hombres y mujeres se ha reducido ligeramente, así como entre personas que nacieron en Nicaragua y personas costarricenses en el país, durante el primer trimestre del año. Aquí hay que tomar en cuenta que se trata de personas en condiciones similares a nivel educativo y técnico, edad, lugar de residencia, entre otros.

En el primer caso, mientras en el primer trimestre del año pasado las mujeres ganaban 88,8 colones por cada 100 de los hombres, para el mismo periodo de este 2024 esa cifra es de 90 colones (incremento de 1,4 colones). Eso sí, hubo un agravamiento de este tema en el tercer trimestre del año pasado, cuando esa cifra bajó hasta 86,48 colones para las mujeres por cada 100 colones de ingreso de los hombres.

Con respecto a las diferencias salariales por nacionalidad, para el primer trimestre de este año una persona trabajadora nicaragüense en el país ganaba 87,5 colones por cada 100 que ganaba alguien de origen costarricense. Hace un año en este mismo periodo, la cifra para las primeras era de 86,8 colones, es decir, la brecha disminuyó en casi 0,8 colones a favor de quienes emigraron desde Nicaragua.

Si se toma en cuenta el nivel educativo, pero con otras características similares, las distancias salariales también se redujeron. Para el primer trimestre del 2024, la población con primaria completa y secundaria incompleta percibió 108,4 colones por cada 100 colones que recibían aquellas personas que no completaron la primaria. Hace un año ese monto era de 114,06 colones. 

En el caso de quienes tienen universidad completa, duplicaron a las que tienen primaria incompleta, con un ingreso de 200,1 colones por cada 100 de estos últimos. Pese a esa enorme diferencia, ese número descendió de manera interanual en comparación con el primer trimestre del 2023, cuando ese ingreso era de 209,73 colones por cada 100 de quienes no terminaron la escuela.

Finalmente, en cuanto a la participación laboral por sexo (personas que trabajan o que buscan trabajo), los hombres superaron a las mujeres con una tasa de 24,2 p. p. en el primer trimestre del 2024. Hace un año, esta era de 23,95 p. p., es decir, casi la misma cifra. 

Mientras tanto, por país de nacimiento, es mayor la cantidad de individuos de origen nicaragüense insertados o buscando un espacio en el mercado laboral con respecto a los costarricenses: quienes migran o vienen como refugiados de ese país participan 8,7 puntos porcentuales más que los locales.  Este número viene creciendo desde el segundo trimestre del 2023, cuando la tasa era de 4,36 p. p., aunque la brecha no es tan grande si se toma en cuenta el dato de manera interanual: ahí solo hubo un ensanchamiento de 1,58 p. p.

IICE-UCR: resumen del Análisis del Mercado Laboral para el primer trimestre del 2024



Periodista: Pablo Mora Vargas
Oficina de Divulgación e Información
pablo.moravargas@ucr.ac.cr

IICE: optimismo del empresariado nacional bajó un punto porcentual con respecto a mayo

Los sectores de comercio y construcción mejoraron su positivismo de cara al tercer trimestre, mientras que el agropecuario, manufactura y servicios temen un panorama más sombrío

11 JUL 2023

teletrabjo disminuye
El sector agrícola es, por mucho, el más pesimista sobre sus expectativas económicas de cara al tercer trimestre del año. Así lo señalan diversos datos de la más reciente encuesta del IICE-UCR.

El Índice de Expectativas Empresariales se redujo de forma mínima (pasó de los 56,1 puntos calculados en marzo a 55,1 puntos entre mayo y junio), lo que representa un ligero retroceso que se debe analizar con detalle en los diferentes sectores consultados por la tercera Encuesta de Expectativas Empresariales de este año, realizada por el Instituto de Investigación en Ciencias Económicas (IICE) de la Universidad de Costa Rica (UCR).

La medición se realizó del 22 de mayo al 8 de junio de este año, para la cual se consultó a personas de 415 empresas.

Es importante destacar que la disminución no aplica de manera uniforme para los gremios empresariales analizados, que son comercio, construcción, manufactura, servicios y agropecuario. Mientras los dos primeros vieron mejorar su expectativa de negocios de cara al tercer trimestre (subieron su puntaje en 4,6 y 0,4, respectivamente), los otros tres sufrieron un descenso (-0,7, -2,0 y -8,1, en el mismo orden). 

IICE: Resumen de los resultados de la tercera encuesta de Expectativas Empresariales 2023

Es decir, que la mayor parte de esta reducción promedio en el Índice se debe al pesimismo que muestra el sector agropecuario que, dicho sea de paso, es el único que se puede calificar como pesimista, es decir, se mantiene por debajo del margen de los 50 puntos (42,2). En cambio, los sectores más optimistas hacia el tercer trimestre son también comercio (61,1 puntos) y construcción (61,0), seguidos de manufactura (55,9), y servicios (55,2).

Cabe destacar además que, para este tercer trimestre, el Índice es mejor que el promedio de los terceros trimestres de los años más recientes.

Casi una cuarta parte del empresariado contrató nuevo personal

En el empleo existen buenas y malas noticias. Si se inician por las positivas, se puede afirmar que, en el segundo trimestre de este año, el 23,8 % de las empresas contrató nuevo personal. Es decir, casi una de cada cuatro empresas amplió su planilla.

La que puede llamarse “mala noticia” es que esta bonanza de contrataciones no continuaría a un ritmo similar para el tercer trimestre, ya que solo un 17,8 % de las personas consultadas afirmaron que aumentarían el número de colaboradores (sobre todo en empresas grandes y medianas que confían en el éxito de sus proyectos y en la estabilidad del mercado), contra un 27 % que había afirmado lo mismo para el segundo trimestre.

Este fenómeno hizo que la gran mayoría del empresariado pronostique que no hará ni contrataciones ni recortes (un 72,5 %), número que aumentó considerablemente con respecto al estudio que hizo esta misma consulta en el segundo trimestre (64,6 %). De hecho, al menos el 63 % de cada uno de los cinco sectores analizados dijo que esta sería la decisión que tomaría.

Son varias las razones que esgrime la mayoría de negocios para mantener sin cambios a su personal. Por ejemplo, señalan que no hay disponibilidad de mano de obra adecuada, los costos de producción y de salarios, la situación actual y futura de la economía del país, la capacidad instalada y la demanda local.

En cambio, quienes afirman que despedirán personal crecieron 1,9 puntos porcentuales y ahora suman el 8,4 % de la muestra. Su justificación: altos costos en las materias primas, las cargas sociales, la fuerte competencia y por razones de temporalidad del año.

Si se toma en cuenta a los sectores, se observa que servicios es el que parece que tendrá más estabilidad en su planilla (77 %), mientras que el de construcción sería el que contrataría más personal (31 %). En cambio, la mala perspectiva del sector agropecuario para sus negocios en este tercer trimestre también se ve reflejada en la posibilidad de despedir trabajadores: así lo afirmó el 18 %, siendo así el sector que más salida de personas prevé.

Una buena noticia adicional es que el balance global de contratación para este tercer trimestre del 2023 (9,4 %) es mejor que el promedio para los terceros trimestres de los últimos 13 años. No obstante, la parte negativa de este resultado es que el balance cayó en 11,1 puntos porcentuales con respecto al segundo trimestre de este año y también bajó interanualmente, ya que el tercer trimestre del 2022 tuvo un 10,5 %.

Perspectiva de ventas y producción también reportan baja en positivismo 

En términos generales, la muestra consultada afirmó que las ventas o la producción continuarán aumentando (42 %, ligera baja con respecto al segundo trimestre, que fue del 49 %) o que al menos se mantendrán (41 %) y solo un 15 % comentó que cree que se reducirán (13 % en el estudio anterior).

El mayor optimismo se observa en el sector de comercio, donde el 57 % de su empresariado dijo confiar en que las ventas aumentarán (mismo porcentaje del estudio pasado), seguido nuevamente del de construcción (53 %). 

En cambio, otra vez el porcentaje más pesimista lo tiene el agropecuario, donde el 42 % dijo presentir que su producción y ventas caerán. Esto representa un aumento considerable con respecto al análisis del segundo trimestre, donde solo el 16 % de este mismo sector dijo creer que las ventas mermarían.

Ventas y producción según sector

Si se saca el balance de las respuestas, (diferencia entre opiniones positivas y negativas) se obtiene que el de agropecuario, manufactura y servicios reportaron una baja considerable de este balance, tendencia que se mantiene en el último año. El sector construcción prácticamente no tuvo ningún cambio y el único que se inclinó hacia un panorama más favorable es el de comercio.

Las utilidades se mantendrían o aumentarían

En promedio, el 45 % de las personas encuestadas afirmó que las utilidades de su negocio se mantendrían, seguidos del 36 % que dijo esperar que estas aumentarán y solo el 17 % se mostró pesimista y consideró que disminuirían.

Con la clara excepción del agro, donde el 42 % se mostró negativo y considera que sus utilidades caerían, los otros cuatro sectores tienen perspectivas más neutras o positivas. Nuevamente, el empresariado de comercio (48 %) y construcción (44 %) son los dos que observan un mejor futuro para este rubro.

Expectativas por sector económico

Haciendo el balance entre opiniones favorables y desfavorables, existe un mayor optimismo sobre las utilidades en el comercio y un aumento mínimo en el sector de manufactura con respecto al trimestre pasado. No obstante, sectores como construcción, servicios y notablemente el agropecuario vieron caer sus promedios en relación con la última medición.

Competitividad económica con aires positivos

El panorama de la posición competitiva de las empresas es mayoritariamente halagüeño. Solo el 5 % de la muestra dijo esperar que la competitividad de su negocio empeore para el tercer trimestre de este año, mientras que el 51 % afirmó que esta se mantendrá igual y el 43 % aseguró que mejorará.

Desagregando este resultado por sectores, se obtiene que, nuevamente, el más negativo es el agro, donde el 16 % espera una reducción en su competitividad. No obstante, la mayor parte de personas que se desempeñan en esta rama cree que la competitividad de su negocio será la misma a la del trimestre anterior y casi el doble (un 29 %) afirma incluso que mejorará.

El sector más positivo en este aspecto es, de nuevo, el de comercio. Ahí, el 54 % de sus propietarios consideró que la situación mejorará, seguido de construcción (47 %), manufactura (44 %) y servicios (39 %). Este último es el que afirma con más vehemencia que la competitividad será la misma (56 %).

Expectativas de competitividad por sector

En el balance de estas respuestas por sectores en comparación con el último año, se observa que es en comercio y manufactura donde hay una tendencia más positiva. Estos mismos grupos también tienen un nivel por encima del promedio anual (12 y 3 puntos porcentuales, respectivamente).

Solo el 18,8 % de las empresas invertirán en sus negocios

Las intenciones de adquisición de herramientas y equipos de trabajo, infraestructura, maquinaria, tecnología, entre otros materiales de trabajo, para el tercer trimestre permanecieron prácticamente igual que en el último estudio.

La gran mayoría del empresariado (78 %) dijo que evitará invertir en nuevas herramientas, mismo que señaló que solo ejecutaría compras que sean indispensables para la operación de sus negocios. Solo el 18,8 % sí expresó intención de adquirir este tipo de activos.

El sector que más planea destinar recursos a este tipo de adquisiciones es el de servicios (22 %, el único que mejoró su perspectiva con respecto a la encuesta pasada, con 1,8 puntos porcentuales) mientras el que está más reacio a hacerlo es el agropecuario (83,6 %, caída de 6,1 puntos).

Empresariado espera un tipo de cambio estable

El sostenimiento en el valor del dólar con respecto al colón entre julio y setiembre es lo que más prevalece en las predicciones de la encuesta, posiblemente motivado por la estabilidad en esta moneda en los últimos meses, la cual mantuvo un valor promedio de 545,2 colones en su venta durante la aplicación de la encuesta. Así lo espera el 45,3 % de las respuestas, lo que significa un importante crecimiento de 8,1 puntos porcentuales con respecto al análisis anterior, donde este grupo significó el 37,2 %. 

Del total de las opiniones que esperan estabilidad, un tercio afirma que esta situación no afectará la competitividad de sus empresas, mientras el 33,8 % afirma que sí lo hará. Ese mismo porcentaje representa a quienes consideran que más bien los beneficiará.

Quienes esperan un encarecimiento del tipo de cambio pasaron del 42,4 % en el segundo trimestre a un 34 % para el actual (se redujeron en 8,4 puntos), mientras quienes creen que la moneda norteamericana perderá aún más su valor también decrecieron en 1,2 puntos y pasaron de ser el 13 % en el segundo trimestre al 11,8 % en el tercero.

Desagregados por sectores, el que espera un mayor aumento del dólar es el agropecuario (42,1 %), mientras que el de servicios es el que más considera que puede haber un abaratamiento de ese valor (15,7 %). Finalmente, el que más considera que el costo de la moneda estadounidense será el mismo de los últimos meses es el de manufactura (54,5 %).

Comportamiento del tipo de cambio por sectores

Si se separan las opiniones entre las empresas exportadoras y no exportadoras, se observa que las primeras tienen una consideración más positiva con respecto al efecto que tendría una eventual estabilización en el valor del dólar para el trimestre que recién inicia (43,3 %), mientras para las segundas, este fenómeno sería sobre todo negativo (37,6 %).

En la encuesta también se consultó al empresariado de actividades agropecuarias o manufactureras si exportaban o no sus productos, y si lo hacen, cuánto de su producción venden fuera del país. En este sentido, el 22,4 % dijo ser exportador. De este porcentaje, el 42 % aseguró que exportaba menos de una cuarta parte de su producción, mientras el 15 % lo hace con más de la mitad y el 40 % exporta entre el 25 y el 50 %.

Precios permanecerían estables: así lo esperan las empresas

Siete de cada 10 personas encuestadas auguran precios sin movimiento para los meses entre julio y setiembre. Este dato es mayor al que presagiaba el empresariado para el segundo trimestre (62,2 %). En cambio, solo un 19 % espera que los precios aumenten y únicamente el 8 % confía en que disminuyan.

Si es por sectores, el que prevé un mayor aumento en los precios es el de construcción (31 %), muy por encima del resto. Caso contrario, el que aguarda una disminución más importante y también muy por encima del resto es el agropecuario (26 %), mientras que el que confía en una mayor estabilidad es el de manufactura (77 %).

En balance, el empresariado nacional muestra una caída de la expectativa de los precios en comparación con el segundo trimestre del año pasado. Mientras que en el estudio anterior este balance neto fue del 17,6 %, en esta oportunidad este indicador llegó al 11,3 %, es decir, sufrió una erosión de 6,3 %.


Periodista: Pablo Mora Vargas
Oficina de Divulgación e Información
pablo.moravargas@ucr.ac.cr

IICE mejora levemente las proyecciones económicas del país para el resto del año

El buen desempeño que muestran las zonas francas y el sector externo en el primer trimestre mejoraron las expectativas para el resto del año.

4 JUL 2023

teletrabjo disminuye
Crecimiento del 2023 sería de un mínimo del 2,6 % y de un máximo del 2,8 %

Aunque pequeña, mejora es mejora. Según el último balance del Instituto de Investigaciones en Ciencias Económicas (IICE) de la Universidad de Costa Rica (UCR), la economía del país muestra un mejor panorama del que aparentaba a inicios de año. Mientras en marzo se estimaba un crecimiento anual del producto interno bruto (PIB) entre un 1,5 % y un 2,1 %, ese margen subió a entre un 2,6 % y un 2,8 %, según lo indica el reciente Análisis trimestral de la economía del IICE

El crecimiento interanual que se proyecta para el segundo trimestre de este año estaría en el rango de entre 3,9 % a 4,2 %, mientras que para el tercer trimestre, este rango se estima entre el 2,7 % y el 3,2 %, según datos del IICE elaborados con diversas fuentes, entre ellas el Banco Central de Costa Rica (BCCR) y el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC). En general, estas tasas también son más altas que las presentadas en el informe del primer trimestre de este año.

No obstante, el IICE llama a la cautela, pues tanto la demanda interna como el índice mensual de actividad económica (IMAE) del régimen definitivo siguen mostrando bajas tasas de crecimiento. Esto, aunado a la incertidumbre en el comportamiento de la inversión directa por factores internacionales, las expectativas ante las reducciones de la tasa de política cambiaria, junto con otros fenómenos fuera de nuestras fronteras, como la alta inflación por la que pasan algunos socios comerciales del país y los embates del fenómeno de El Niño, podrían afectar a la baja esta previsión.

Actividades económicas de mayor y menor crecimiento interanual

En gran medida, este crecimiento se debe a la dinamización de las zonas francas, las cuales mostraron una mejora interanual del 16,7 % en el primer trimestre del año. Además, tras varios meses de disminución, el gasto del Gobierno y las inversiones aumentaron entre los primeros trimestres del 2022 y del 2023. Sin embargo, el consumo de los hogares costarricenses sigue siendo el componente más importante de esta dinamización, aunque en esta oportunidad su crecimiento se mantuvo estable, sobre todo por una subida del gasto en servicios.

IICE: cambio interanual de los componentes de la demanda interna

De acuerdo con el informe del IICE, las actividades que más aportaron al crecimiento interanual en el primer trimestre del 2023 fueron las de manufactura y las profesionales (1,31 % y 1,01 %, respectivamente), además de las inmobiliarias (0,37 %), las de información y comunicaciones (0,31 %) y las de enseñanza y actividad de la salud (0,27 %).

En la parte baja de esta clasificación, las actividades que decrecieron fueron la de construcción (-0,14 %) y las de agricultura, silvicultura y pesca (-0,03 %) mientras que las que menos sumaron al crecimiento fueron minas y canteras (0,01 %) y administración pública y transporte y almacenamiento (0,02 %).

Sombrías noticias para el mercado laboral

En comparación con el primer trimestre del 2022, el nivel total de ocupación disminuyó un 0,2 % en el mismo periodo de este año. Como consecuencia, el IICE encontró que hubo una reducción de un 4,4 % en el total de horas laboradas. De hecho, el nivel actual de horas es incluso menor que el registrado a inicios del 2020, previo a la pandemia.

Si se desagrega por tipo de trabajo, la ocupación en labores no calificadas y con calificaciones altas disminuyó un 2 % y un 8 % respectivamente. Mientras tanto, las labores que requieren de calificaciones medias fueron las únicas que aumentaron: un 6 %, también con respecto al primer trimestre del año pasado, y se mantienen como los sectores con mejores perspectivas laborales.

IICE: comportamiento de la ocupación por nivel de calificación.

Sin embargo, al combinar los datos del mercado laboral con la producción interna bruta, se evidencia que existe una tendencia al alza en la productividad nacional en el último año. 

Inflación controlada

El Análisis trimestral para la economía también señala que la política monetaria de contracción del BCCR ha dado frutos. Esto se muestra en la erosión del crecimiento de los precios en el mercado, tanto por inflación general (el Índice de Precios al Consumidor, o IPC, pasó del 7,65 % en enero 2023 a un 0,88 % en mayo) como por el IPC que excluye alimentos, combustibles y otros regulados (varió del 4,08 % en enero al 0,83 % en mayo), ubicándose ambos por debajo del rango tolerado de inflación del BCCR. La categoría de transporte es la que más aportó a esta reducción de costos al consumidor.

A mayo de este año, la variación interanual del IPC era del 0,88 %, y para diciembre, el IICE pronostica que los precios crezcan entre el 2,0 % y el -1,8 % de manera acumulada a lo largo del año, si se mantiene esta tendencia. 

De hecho, según lo reporta el empresariado nacional, quienes esperan subir el precio de sus bienes y servicios bajaron de un 25,2 % a un 19,0 %, mientras que, en sentido contrario, quienes auguran una reducción en los precios aumentaron levemente con respecto al segundo trimestre de este año, pasando de 7,61 % a un 7,71 %.

Para evitar que estas decisiones desemboquen en una contracción mayor en la economía, desde marzo el BCCR ha venido aplicando una reducción en la tasa de política y, a mayo, esta ya había descendido al 7,5 %. Como efecto dominó, se espera que estas decisiones también reduzcan las tasas de interés. 

IICE: tasa de crecimiento interanual del índice de precios al consumidor y del indicador de inflación subyacente.

A manera de ejemplo, la tasa básica pasiva ya detuvo la tendencia de crecimiento que sostenía desde mayo del año pasado y se ubicaba en 6,5 puntos a finales de mayo de 2023, mientras que las tasas de referencia interbancarias comenzaron a bajar.

Si se mantiene esta tendencia, las tasas bajas podrían incentivar a las familias y a las empresas a pedir préstamos a menor costo, lo que provocaría un aumento en el consumo del país y disminuiría la caída en la inflación.

En cuanto a los créditos internos del sistema bancario nacional al sector privado que no es financiero (que incluye a sectores como comercio y servicios, transporte y turismo), estos muestran un decrecimiento del 7 %

En cambio, el crédito para consumo fue el único que aumentó, pasando de 2,0 % en febrero de 2022 a 7,3 % el mismo mes de este año, quizás debido a que la inflación de los últimos doce meses dificultó a las personas comprar artículos, pero la actual sí lo está permitiendo.

Auge en sector externo por la dinamización de las zonas francas

La inversión directa (ID) en el país es boyante. Esto ocurre, principalmente, porque las zonas francas están pasando un buen momento desde hace dos años (sobre todo las que se ubican en la Gran Área Metropolitana), aunque su ID bajó cerca de un 12 % entre el 2021 y el 2022.

Estas empresas ubicadas en espacios libres de impuestos son las que más peso tienen en las exportaciones del país actualmente, aunque los que más importaciones generan son el resto de los negocios, los cuales carecen de tienen beneficios fiscales (conocidos como “régimen definitivo”). 

IICE: inversión directa en la economía declarante.

Aquí cabe aclarar que la balanza comercial ha sido negativa históricamente en Costa Rica; es decir, el país importa más de lo que exporta. A abril de este año, el índice de exportaciones se ubicaba en 142,1, mientras que el de importaciones registra 113,0. 

En general, tanto las importaciones como las exportaciones crecieron interanualmente, lo cual resulta interesante de destacar si se toma en cuenta que la apreciación del colón no produjo un decrecimiento de la venta de artículos al extranjero. Eso sí, las importaciones crecieron más, posiblemente también producto de este fenómeno.

En cuanto al comportamiento de la entrada de monedas externas al país por medio del turismo, esta ha venido aumentando sostenidamente tras la pandemia, pese a que aún el país no logra alcanzar los niveles de visitación turística en el 2019. 

De hecho, entre noviembre del 2021 y marzo del 2022 hubo un aumento del 67 % en el ingreso de monedas extranjeras al país. Este número ha venido en descenso, aunque de manera irregular, y a noviembre del 2022 el ingreso interanual de divisas fue del 34 %.

Curiosamente, el IICE observó una asociación entre el ingreso de monedas extranjeras y la cantidad de turistas que buscan a Costa Rica en internet para vacacionar o realizar actividades de negocios o académicas.

IICE: ingreso de divisas por turismo y principales búsquedas en Google relacionadas con turismo en Costa Rica.

Análisis trimestral de la economía del IICE

Periodista: Pablo Mora Vargas
Oficina de Divulgación e Información
pablo.moravargas@ucr.ac.cr