IICE pronostica menos crecimiento económico en el 2023

La economía podría tener una desaceleración mayor en el segundo semestre si se mantiene el alza en las tasas de interés, el tipo de cambio bajo y un menor gasto estatal debido a la regla fiscal.

30 MAR 2023

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La buena noticia: el Índice de Precios al Consumidor pasó de un 12,1 % interanual en agosto del 2022 a un 5,6 % en febrero pasado. Esto alivianó los bolsillos de las personas. Imagen con fines ilustrativos.  

La economía del país crecería apenas entre un 1,5 % y un 2,1% para este 2023. Esa es la proyección que establece el Instituto de Investigaciones en Ciencias Económicas (IICE) en su Análisis Trimestral de la Economía Costarricense para el cuarto trimestre 2022 y la proyección para el primer trimestre 2023 y el acumulado del año, dado a conocer este miércoles 29 de marzo.

Estas cifras son menores a las que había pronosticado el IICE a inicios de enero, cuando calculó que la economía nacional crecería un 2,3 %. Hay varios motivos que explican esta modificación: las altas tasas de interés en la economía habrían desincentivado las inversiones, las cuales descendieron en los últimos dos trimestres. Por otra parte, el Estado tendría menos recursos para la compra de bienes y servicios debido a la aplicación de la regla fiscal.

Además, la caída del valor del dólar con respecto al colón podría tener efectos negativos en la competitividad del sector exportador. Este fenómeno haría también que el país sea un poco más caro y, por lo tanto, menos rentable en comparación con otros de la región, afectando a la inversión extranjera directa y al turismo.

Según el Índice Mensual de Actividad Económica (IMAE), el crecimiento interanual del régimen definitivo fue cercano a cero en los últimos meses del año anterior, ya que las actividades en construcción, agropecuarias y manufactureras disminuyeron en los últimos meses.

Aunque no tan positivo, este escenario no debería sorprender: la economía viene dando signos de desaceleración. El IICE espera que el país haya tenido un crecimiento entre el 2,9 % y el 3,0 % para el primer trimestre de este año, mientras que este rango se ubicaría entre el 2,0 % y el 2,5 % para el segundo trimestre.

Producción nacional se mantiene baja pero estable

Como ha sido constante en los últimos tres trimestres del 2022, la tasa de crecimiento interanual trimestral del producto interno bruto (PIB) ha mostrado un ligero pero sostenido descenso, con porcentajes cercanos al 3,0 %.

Sin embargo, este no es el panorama en las zonas francas, donde su actividad interanual mejoró considerablemente en el segundo semestre del año pasado, alcanzando tasas de crecimiento interanuales del IMAE que pasaron de 7,2 % en mayo, a 22,9 % en enero del 2023. En cambio, el IMAE total – que incluye el régimen de zonas francas y el régimen definitivo – muestra números bastante bajos (4,2 % y 1,1 % respectivamente) en enero, en comparación ese mismo mes del 2022.

Hay varias razones por las que las zonas francas mejoran su productividad con respecto al 2021, pese al fortalecimiento del colón ante el dólar. En teoría, este factor afecta la exportació porque disminuye las ganancias en colones de las empresas que venden sus productos al exterior, además de afectar sus recursos económicos para cumplir con sus obligaciones en el país.

Según explica Daniela Córdoba Solano, coautora de este informe e investigadora del IICE, los precios altos que hubo a nivel internacional el año pasado, o los atrasos generados por la crisis de los contenedores en el 2021, afectaron de forma severa la producción externa. Al “normalizarse” estas variables durante el 2022, las zonas francas empezaron a aumentar su actividad económica, aunque el tipo de cambio comenzara a bajar en el segundo semestre del año pasado.

La demanda interna también mermó

Por otra parte, el consumo interno en el país se redujo en comparación con el 2021. El tipo de demanda interna que más estabilidad mostró fue el de los hogares, aunque hubo una disminución interanual a partir del segundo semestre.

En esta misma línea, el gasto del Gobierno también decayó considerablemente entre el segundo y el cuatro trimestre, con respecto a ambos periodos del 2021. La inversión, por su parte, también descendió, incluso llegando a variaciones absolutas e interanuales negativas en el segundo semestre.

En el caso específico del gasto interno de los hogares de manera interanual, este pasó de ubicarse en un 9,40 % en el cuarto trimestre del 2021 a un 1,67 % en el mismo trimestre, pero del 2022. Al cierre del año pasado, los productos que más crecieron en gasto de manera interanual para las familias costarricenses fueron los bienes semiduraderos (9,43 %) y los duraderos (7,94 %), mientras que la variación del gasto en servicios decayó incluso a números negativos en ese mismo periodo (-0,43 %).

La mayoría de sectores económicos muestran signos de recuperación

De los 15 sectores productivos analizados, únicamente dos (construcción, -9,6 %; y agricultura, silvicultura y pesca, -2,5 %mostraron un decrecimiento entre el cuarto trimestre del 2021 y del 2022. En el caso de la construcción, el índice de precios de materiales revela un crecimiento interanual para el cuarto trimestre del 12,8 % en el 2021 y 6,06 % en el 2022. Este comportamiento en los precios del sector podría explicar la caída en la producción.

Por su parte, las actividades que más crecieron de manera interanual en ese mismo periodo fueron la de información y telecomunicaciones (11,7 %) y actividades profesionales, científicas y otras (5,6 %).

En cuanto al mercado laboral, el nivel de ocupación creció un 3 % entre los diciembres del 2021 y del 2022. Mientras que el sector primario (agricultura y ganadería) sigue siendo el que reporta menor ocupación interanual (descendió un 8 %), el de comercio y servicios creció casi un 3 %. El secundario (manufacturero) mostró las mejores cifras, aumentando un 14 % en los últimos 12 meses.

Además, las personas con ocupaciones de calificación media mejoraron en un 8 % en esos mismos meses. En el sentido contrario, los trabajos con calificaciones altas decrecieron en un 4 % y el nivel de ocupación de aquellos con labores no calificadas permaneció casi en las mismas condiciones (aumento del 1 %).

Siguiendo con el análisis en ese mismo periodo, la ocupación en la industria manufacturera, comercio y reparación mostró un aumento de casi el 10 %. En cambio, en agricultura, ganadería, pesca, enseñanza y salud hubo una reducción en la cantidad de puestos laborales concretados (-8 %).

Bajan los precios al consumidor

A partir de agosto del año pasado, el Índice de Precios al Consumidor (IPC) empezó a disminuir, pasando del 12,1 % interanual en ese mes a un 5,6 % en febrero del año en curso. La política monetaria del país permitió este descenso, ayudada por los precios de las materias primas a escala internacional.

Los productos que más bajaron su precio entre los eneros del 2022 y del 2023 fueron el agua, la electricidad, el gas y la telefonía, con un -6,8 %. En cambio, el transporte regulado y los combustibles (23,9 %), y los alimentos y bebidas no alcohólicas aumentaron (18,5 %). No obstante, vale aclarar que en el caso de los hidrocarburos y el transporte sí hubo un descenso interanual sustancial, porque para agosto del año pasado estos se habían encarecido más de un 45 % con respecto a agosto del 2021.

Lo que sí aumentó a lo largo del 2022 fue el costo de los intereses por préstamos basados en la tasa básica pasiva (TBP). Desde abril hasta diciembre del 2022, esta registró aumentos constantes y cerró el año en 6,35 %.

Recientemente, la tasa de política monetaria se redujo en 0,5 puntos porcentuales y ahora se ubica en 8,50 %. Con este descenso, el IICE espera que las tasas de interés bajen durante el segundo semestre de este año.

En cuanto al comportamiento interanual del crédito interno (sector privado), este aumentó un 4,22 % de noviembre del 2021 al mismo mes en el 2022, producto de la alta inflación y las tasas de interés durante el año pasado. Por categorías, fue la de consumo la que mayor crecimiento interanual tuvo, ubicándose en 7,69 %. Comercio y servicios también vivió una ligera alza en comparación con este mismo indicador en el 2021. En cambio, el sector vivienda reportó un leve descenso, al igual que una gran cantidad de actividades económicas, como transporte, turismo y ganadería, agrupadas en la categoría “resto”.

El Gobierno Central vuelve a reportar más gastos que ingresos

Otra vez, aunque en menor medida, el Gobierno Central mostró cifras deficitarias, con ingresos de un 16,6 % del PIB, pero con gastos del 19,1 %, lo que da como resultado una diferencia de -2,5 %. No obstante, hay que rescatar que este es el menor déficit de los últimos tres años, como consecuencia de la implementación de la Ley de Fortalecimiento de las Finanzas Públicas (que incluye la regla fiscal). Durante el último año, los gastos en colones corrientes del Ejecutivo aumentaron levemente, pasando de 8339 a 8452 mil millones de colones.

Con respecto a los ingresos, el Gobierno central reportó en el 2022 un aumento de recursos provenientes, sobre todo, del impuesto sobre la renta, que se ubicó en un 5,5 % del PIB (+0,4 puntos porcentuales en comparación con el 2021) y el impuesto de valor agregado, con un 5,0 % (-0,1 p. p. con respecto al año pasado). El impuesto único a los combustibles (1,2 % del PIB), el de consumo (0,5 %) y el de la propiedad (0,5 %) también tuvieron bajas de -0,1 puntos.

Finalmente, y como era de esperar, los gastos del Gobierno cayeron en sus diferentes categorías con respecto al 2021. La categoría de egresos más importante es la de transferencias corrientes al sector público, privado y resto del mundo (6,4 % del PIB; -0,8 p.p. con respecto al año pasado), seguida de las remuneraciones (5,9 %; diferencia de -0,6 p. p.), servicio de intereses (4,6 %; -0,1 p. p.) y otros (2,2 %; -0,1 p. p.). 

IICE Análisis trimestral IV trimestre 2022

¿Cuáles fueron las tendencias para el cierre del 2022 y qué se espera para el 2023? Conozca los principales resultados del Análisis Trimestral de la Economía, explicados por la investigadora del IICE, Daniela Córdoba Solano.

Usted puede consultar el texto completo del Análisis Trimestral haciendo clic en este enlace.

IICE: Análisis trimestral de la economía correspondiente al IV Trimestre del 2022. Por la investigadora Daniela Córdoba Solano.

Periodista: Pablo Mora Vargas
Oficina de Divulgación e Información
pablo.moravargas@ucr.ac.cr

IICE pronostica un crecimiento de apenas 2,3 % en la economía nacional para el 2023

El incremento trimestral del PIB el año pasado bajó del 8 % en el primer trimestre al 3,3 % en el tercero, alerta el Instituto.

11 ENE 2023

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El sector turístico fue el que mostró el mayor crecimiento interanual en el tercer trimestre del año pasado, con un 22,5 % más en comparación con el mismo trimestre del 2021. Imagen con fines ilustrativos.  

Recién comienza el año y las perspectivas económicas no son tan halagüeñas para los próximos 12 meses. Así lo refleja el Análisis Trimestral realizado por el Instituto de Investigaciones en Ciencias Económicas (IICE) de la Universidad de Costa Rica (UCR), que prevé un crecimiento de apenas 2,3 % para este 2023, con un intervalo entre el 1,8 % y el 2,7 %.

El motivo de este reducido margen de incremento económico es que tanto la esperada caída en el crecimiento mundial como el aumento de las tasas de interés afectarían a la economía en general, con un énfasis en la inversión y el consumo de los hogares. Esto se une a los números bajos en el producto interno bruto (PIB) con los que el país cerró el año pasado, pues se prevé un crecimiento interanual del 2 % en el PIB para el último trimestre del 2022, ligeramente mayor al 1,8 % estimado para el primer trimestre del 2023.

En términos generales, el IICE también había observado la posibilidad de un crecimiento real del PIB en un 4,7 % para el 2022; mientras que, para el 2023, se reduciría a un 2,26 %.

Todo lo anterior indica que el país estaría llegando al fin de la recuperación económica tras los duros efectos vividos por la pandemia. Este equipo de expertos de la UCR pronostica también que el 2023 será un año que mantendrá tasas de interés altas. Además, señala que la vigilancia al crecimiento en los precios será importante para el análisis, ya que esto puede generar incrementos en la tasa de política monetaria, cuyo efecto llevaría a más aumentos en las tasas de interés de mercado.

En cuanto al gasto público, el IICE asume que este año podría haber una reducción sustancial en términos reales en comparación con el año pasado debido a la implementación de la regla fiscal, ya que su cálculo no contempla la alta subida de precios del año pasado. A la vez, plantea que podría haber una afectación en la inversión en infraestructura y educación, lo que afectaría también a la producción privada en el largo plazo.

Crecimiento de la producción continúa a la baja

Tras alcanzar una tasa de crecimiento interanual superior al 10 % a lo largo del 2021, este indicador mostró un claro descenso a partir del primer trimestre del 2022 (8,08 %), precipitándose hasta el 3,30 % para el tercer trimestre del año pasado.

Otro parámetro que cae es la tasa de crecimiento interanual del Índice Mensual de Actividad Económica (IMAE), la cual viene bajando desde julio del 2021, cuando alcanzó un 12,87 %, hasta setiembre del año pasado, cuando registró un incremento del 3,00 %. Sin embargo, esta tasa sigue siendo mayor a la que reportó el país previo a la crisis sanitaria, colocándose en parámetros que oscilaron entre el 0,8 % de junio del 2019 y el 1,9 % de ese mismo año.

La demanda interna del país también sigue decreciendo, con un descenso en la inversión superior a los 101 millones de colones para el tercer trimestre del año pasado. En cuanto al consumo del Gobierno, este aumentó en el segundo trimestre, pero este incremento volvió a descender en el tercero. Con todo, el consumo propio de los hogares se ha mantenido estable durante el 2022.

Hotelería y servicios de comida aumentaron su valor agregado

El sector turístico, que reúne actividades de alojamiento y venta de alimentos, sí tuvo un tercer trimestre bastante positivo el año pasado, pues creció un 22,5 % en comparación con ese mismo trimestre en el 2021. Otros sectores con un registro favorable fueron el de información y comunicación (9,6 %) y transporte y almacenamiento (9,3 %).

En el caso contrario, el sector de la construcción tuvo un comportamiento negativo, pues decreció un 14,0 %, seguido en mucho menor medida del agrícola, pesca y silvicultura, que decayó en un 1,2 %. Prácticamente el resto de actividades productivas mostraron un comportamiento positivo, en mayor o menor medida.

Este crecimiento casi general parece haber impactado la creación de plazas de trabajo, que creció un 5 % entre setiembre del 2021 y ese mismo mes en el 2022. El impacto positivo en la ocupación se observa sobre todo en el sector de manufacturas (y, específicamente, en construcción, hoteles y restaurantes) y, en menor medida, entre el comercio y los negocios de servicios. En cambio, el sector agrícola y ganadero decreció un 6 % entre ese mismo periodo.

Sobre el extraño comportamiento en el sector construcción, que por un lado fue el que más decreció en el tercer trimestre pero que, por otro lado, reportó números muy positivos en cuanto a la creación de nuevas fuentes de empleo, la M.Sc. Daniela Córdoba Solano, investigadora del IICE, explica que es posible que esto se haya dado como respuesta a los problemas en las cadenas de suministros a nivel internacional, los cuales repercutieron a lo interno del país en los precios de la construcción, que se mantuvieron altos durante el segundo y tercer trimestre de 2022.

“Sin embargo, el aumento en la ocupación del sector construcción parece ser señal de recuperación, ya que en el primer semestre la ocupación estuvo por debajo de los niveles de septiembre de 2021. No obstante, es necesario esperar las estadísticas de la ocupación en el cuarto trimestre, para saber con más precisión qué es lo que está pasando en ese sector”, detalló Córdoba.

De acuerdo con el IICE, la masa laboral con calificación media (sobre todo entre personas con secundaria completa) fue la más beneficiada con nuevas fuentes de trabajo entre el mismo lapso explicado anteriormente, mostrando un aumento del 9 % interanual. La empleabilidad de los trabajos calificados se redujo un 1 %, mismo porcentaje que descendieron los puestos laborales para la mano de obra menos calificada.

Índice de Precios al Consumidor (IPC) tuvo un ligero descenso

Aunque la inflación sigue alta y las tasas de interés aumentan, la tasa de crecimiento del IPC sí evidenció un ligero descenso interanual entre agosto y octubre del año pasado, bajando desde el 12,13 % en agosto (y el más alto desde, al menos, enero del 2020) hasta el 8,99 % en octubre. El pico de mediados de año se produjo tras el aumento internacional en el valor de las materias primas (y, sobre todo, del petróleo). Eso sí, el crecimiento del IPC sigue siendo aún mucho más alto que en los últimos tres años.

Además, tomando en cuenta octubre 2021 y octubre 2022, la gasolina fue el bien que más aumentó de precio en ese lapso, con un 0,73 %, seguido de otros insumos como la papa (0,44 %), el café (0,36 %), el aceite (0,34 %) o los pasajes de autobús (0,33 %).

En sentido contrario, los bienes que más se abarataron en ese periodo fueron los servicios de telecomunicaciones en paquetes (-0,253 %), la telefonía móvil (-0,177 %) y, en menor medida, el internet residencial (-0,063 %) y el gas licuado (-0,045 %, lo cual llama la atención tomando en cuenta el aumento en el costo de los hidrocarburos).

Por su parte, la Tasa Básica Pasiva (TBP) no detuvo su visible incremento registrado entre abril y julio (cuando pasó de 2,90 puntos porcentuales a 5,37) y octubre del año pasado se situó en 6,02 puntos, la cifra más alta desde abril del 2019.

Esto ocurrió en gran medida debido a los aumentos en la tasa de política monetaria (TPM), que pasó de estar en 1,25 % en enero del 2022 a 9,00 % a finales de octubre. Según el IICE, el efecto de la TPM sobre la TBP dura aproximadamente seis meses en traspasarse, por lo que se pronostica que las tasas de interés continúen con aumentos a inicios del año en curso.

Usted puede consultar el texto completo del Análisis Trimestral haciendo clic en este enlace.

IICE: Análisis trimestral de la economía correspondiente al III Trimestre del 2022. Por la investigadora Daniela Córdoba Solano.

Periodista: Pablo Mora Vargas
Oficina de Divulgación e Información
pablo.moravargas@ucr.ac.cr

Brecha digital: la educación, el lugar de habitación y la edad son los factores que provocan mayores diferencias

La posesión de equipos de cómputo marca serias distancias entre quienes viven en las ciudades y en el campo.

21 NOV 2022

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El uso de computadoras con fines productivos y la necesidad de estar pendientes del desarrollo educativo de sus hijos e hijas han hecho que los hogares jefeados por mujeres tengan cada vez más acceso a, al menos, una computadora. Esto cierra una brecha de género vigente por décadas. Foto: Anel Kenjekeeva.

En Costa Rica hay grupos poblacionales que tienen mayor posibilidad de tener acceso a una computadora, a un teléfono celular o a una tableta que otros. Esto pasa, sobre todo, entre las personas con estudios universitarios, quienes en la última década han contado con 40,6 computadoras más por cada 100 habitantes que aquellas solo con primaria completa.

Esta fue una de las principales conclusiones a las que llegó el Instituto de Investigación en Ciencias Económicas (IICE), de la Universidad de Costa Rica (UCR) en su reciente publicación “Nuevos enfoques para la medición y descomposición de las brechas digitales en Costa Rica”, que fue divulgado este lunes 21 de noviembre.

Para este análisis se utilizaron datos de la Encuesta Nacional de Hogares (ENAHO) para el periodo 2010-2021, del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC), la cual se realiza en julio de cada año y valora diversas variables como género, lugar de residencia, rango de edades e instrucción académica.

Por ejemplo, cuando se trata de poseer un dispositivo móvil, la diferencia entre las personas con estudios de educación superior es de 13,5 veces más por cada 100 habitantes con respecto a quienes solo han cursado la primaria. Es decir, la distancia sigue siendo alta, pero mucho más reducida que en relación con las computadoras.

Pese a estos resultados, Costa Rica destaca en el mundo por tener altas calificaciones en el acceso a las nuevas tecnologías por parte de sus habitantes. Por ejemplo, en 2019 fue el país con la mayor penetración de telefonía móvil en el orbe, mientras que es el tercero de América en cuanto a acceso a internet desde los hogares, con un 86 %, solo superado por Canadá y Chile.

No obstante, esos lugares de privilegio digital no son respaldados cuando se segrega a la población por las categorías mencionadas, como lo revela el documento.

El investigador del IICE a cargo de este estudio, Luis Vargas Montoya, indicó que esto demuestra no solo las enormes diferencias socioeconómicas que hay entre ambos grupos, sino que el nivel educativo en la población define también el acceso a este tipo de aparatos y, colateralmente, también la dificultad de acceso a fuentes de trabajo calificadas. Esto fue aún más evidente en tiempos de pandemia, donde contar con estos artefactos representó la diferencia entre tener trabajo o no.

Luis Vargas, investigador del IICE: la brecha digital entre personas con estudios de primaria y universitaria es la más alta del país

Curiosamente, esa diferencia no es tan marcada entre quienes tienen únicamente educación primaria y secundaria, donde los segundos poseen 9 dispositivos móviles y casi 17 computadoras más que los primeros, por cada 100 habitantes.

Posesión de equipos digitales es mucho mayor en ciudades

La segunda brecha digital más marcada es la que existe entre las personas que habitan en zonas urbanas versus las que residen en zonas rurales. Cuando se trata de equipos de cómputo, la gente en las ciudades tiene 15 computadoras más por cada 100 habitantes que sus contrapartes del campo.

Este dato se mantiene alto, aún cuando se trata de celulares o tabletas. Ahí, quienes habitan en las zonas urbanas tienen 7,71 aparatos más que quienes viven en las zonas rurales.

Para Vargas-Montoya, esta marcada diferencia en la adquisición de computadoras o dispositivos móviles se relaciona con el escaso impacto que ha tenido en las comunidades periféricas del país el Fondo Nacional de Telecomunicaciones (FONATEL), creado tras la apertura en la telefonía celular que comprendió la firma del Tratado de Libre Comercio entre Centroamérica y Estados Unidos y que tuvo por fin posibilitar el acceso universal a tecnologías de la información y la comunicación a la población en general.

Luis Vargas, investigador del IICE: FONATEL ha sido insuficiente para cerrar brechas digitales, sobre todo en zonas rurales

Cuando se trata de grupos etarios, las distancias digitales más marcadas se dan entre quienes tienen de 15 a 34 años y en el grupo de personas mayores a 60 años. Los primeros tienen 5,83 computadoras y 3,74 dispositivos móviles más por cada 100 habitantes que los segundos. En gran medida, este resultado se da por una menor alfabetización digital y por la falta de apropiación de la tecnología por parte de las personas mayores.

Además, no se observaron diferencias de posesión de estos equipos entre las personas de 15 a 34 años y quienes tienen de 35 a 60 años, ya que ambos son grupos que se han visto expuestas al uso de tecnología desde edades más tempranas.

Una buena noticia que ofrece el estudio es que las brechas digitales por género son casi inexistentes. De hecho, no hay ninguna diferencia entre hogares jefeados por hombres o mujeres y la cantidad de computadoras que poseen ambos. Donde sí hubo un pequeño margen de distancia fue en la posesión de dispositivos móviles. Ahí, los hogares liderados por masculinos tienen 1,56 celulares o tabletas más por cada 100 habitantes que aquellos donde son mujeres quienes los sostienen.

Luis Vargas, investigador del IICE: la brecha digital por género es mínima y es perceptible solo en la adquisición de dispositivos móviles

A la vez, el académico del IICE recordó que la brecha digital es un fenómeno en el que inciden muchos factores y que tiene una estrecha relación con otros aspectos socioeconómicos.

Él espera que estos resultados colaboren en la toma de decisiones para la generación de políticas públicas que ayuden a combatir estas distancias en el uso y aprovechamiento de la tecnología, como la generación de fuentes de empleo o la formación de capital humano, entre otras, para construir una sociedad más próspera e inclusiva.


Periodista: Pablo Mora Vargas
Oficina de Divulgación e Información
pablo.moravargas@ucr.ac.cr