Estudio revela que optimismo del sector empresarial mejora con miras al segundo trimestre del 2021

El Instituto de Investigaciones en Ciencias Económicas de la UCR publicó la Encuesta Trimestral sobre Opinión de Empresarios

08 ABR 2021

El Instituto de Investigaciones en Ciencias Económicas de la Universidad de Costa Rica (IICE UCR), divulgó el pasado lunes 5 de abril, las conclusiones de la Encuesta Trimestral sobre Opinión de Empresarios (ETOE).

Dicha investigación incluye el índice global de expectativas empresariales, el cual indica que el optimismo de los empresarios mejoró en 1,1 puntos porcentuales con respecto al trimestre anterior, colocándose en un índice de 52.

Tal resultado, que es positivo dentro del índice general, surge debido al fortalecimiento de los indicadores de expectativas de casi todos los sectores durante este segundo trimestre, con excepción del sector servicios.

Al elaborarse una comparación con el mismo periodo pero del año 2019, el resultado es 1,8 puntos porcentuales más optimista, lo que muestra que para el segundo trimestre del 2021 los empresarios visualizan un mejor panorama que hace un año y que hace tres meses.

La encuesta se realizó del 15 de febrero al 05 de marzo pasados y abarcó a 355 empresas que estuvieron anuentes a responder las interrogantes con respecto a las siguientes variables: expectativas de empleo, ventas, utilidades, inversión y tipo de cambio.

“Es importante recordar que esta encuesta de opinión se aplicó a los empresarios del 15 de febrero al 5 de marzo, el cual fue un periodo en que las medidas sanitarias para la reactivación de la economía eran más flexibles, como la ampliación de horarios en la restricción vehicular, el regreso a clases, y que algunas actividades retornaron a la presencialidad. Además, inició el proceso programado de la vacunación para combatir el Covid-19. Por todo esto muchas empresas esperaban una mayor demanda y que el funcionamiento habitual del país en muchos ámbitos fuese retornando poco a poco, por lo que se generó un efecto positivo en el sector empresarial”, manifestó la M.Sc. Gabriela González Zúñiga, investigadora principal de este estudio.

Análisis de cada variable del estudio

En el apartado de empleo, el equipo de especialistas del IICE UCR encontró que el balance neto de empleo, que es la diferencia entre las expectativas favorables y desfavorables, mejoró en los sectores de manufactura, construcción y comercio, y éste último fue el que más se fortaleció.

Al hacer la comparación con el promedio de los últimos 11 años (entre los segundos trimestres de cada año), solamente las áreas de servicios y manufactura tuvieron una mayor expectativa neta de empleo (2 puntos porcentuales aproximadamente); mientras que el sector agropecuario mostró la reducción más significativa.

Un dato adicional es que entre 53 % y 85 % de las empresas no espera modificar sus niveles de empleo, y entre un 5 % y un 32 % de los empresarios espera aumentar su contratación de trabajadores fijos de abril a junio.

En el tema de ventas o producción, las expectativas netas fueron más favorables en los apartados de comercio, manufactura y agropecuario, en comparación con el trimestre anterior. Asimismo, si se realiza la comparación con el promedio del año 2020, casi todas las actividades se ubican arriba de ese indicador.

Se debe resaltar que las perspectivas de ventas o producción son más altas que hace un año, y varían entre 11 % y 38 % en todos los sectores. El comercio, la construcción y los servicios son los sectores que tienen expectativas más altas.

A la crisis en la que se encontraba la economía mundial en los últimos años, se le sumó el impacto negativo de la pandemia por el Covid-19. Foto Laura Rodríguez.

En el apartado de utilidades se identifica que las expectativas están fortalecidas en comparación al trimestre anterior, excepto para los sectores de comercio y servicios.

En cuanto a la posición competitiva, la mayoría de los sectores excepto el comercio muestran una mejora en la expectativa neta sobre la posición competitiva, con respecto al trimestre anterior.

Aunado a esto, todos los sectores presentan un declive en las expectativas de competitividad para el segundo trimestre del 2021.

En el tema de inversión, apenas el 8 % de los empresarios espera realizar algún tipo de inversión, pero a su vez representa un mayor porcentaje en comparación con el trimestre anterior.

En los sectores de manufactura y agropecuario se presentó un porcentaje mayor, y hay que resaltar que el porcentaje de empresarios que dicen que no realizarán nuevas inversiones pasó de 79,9 % a 85 % entre el primer y segundo trimestre de 2021.

En la variable de tipo de cambio, éste se ha mantenido estable y eso se refleja en la expectativa de la mayoría de los empresarios, puesto que el porcentaje que espera que el tipo de cambio aumente de abril a junio es menor a los que mencionan que estará estable o disminuirá.

Otra conclusión es que más del 50 % de los establecimientos piensan que la estabilidad en el tipo de cambio no incidirá en la posición competitiva de la empresa.

Finalmente, dentro del análisis de las empresas exportadoras y no exportadoras, en general las empresas exportadoras se muestran más optimistas en referencia al tema del empleo que las no exportadoras.

Mientras que en los sectores agropecuario y manufacturero, la mayoría de las empresas exportadoras y no exportadoras prefieren estar cautelosas y esperan que los niveles del empleo se mantengan estables.

Asimismo, la mayoría de los productores agropecuarios que no exportan esperan que exista una estabilidad en la producción; en contra parte, el porcentaje de exportadores que espera un aumento en la producción es mayor.

En cuanto a manufactura, aproximadamente tres quintas partes de las empresas no exportadoras afirman que esperan que la producción aumente. Sin embargo, casi el 60 % de las empresas exportadoras agropecuarias y manufactureras prevén que la competitividad de su sector se deteriore.

La muestra en que se basó esta encuesta del IICE la proporcionó el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), y se basó en el Directorio de Empresas y Establecimientos.


Periodista: Otto Salas Murillo
Periodista, Oficina de Divulgación e Información
otto.salasmurillo@ucr.ac.cr

Costa Rica cuenta con una metodología para la estimación de los recursos públicos dedicados a la protección de los derechos de los niños, niñas y adolescentes

El trabajo se realiza de manera conjunta entre Unicef, PANI y el IICE de la Universidad de Costa Rica

26 ENE 2021

Con el apoyo del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), el Patronato Nacional de la Infancia (PANI) y el Instituto de Investigaciones en Ciencias Económicas (IICE) de la Universidad de Costa Rica (UCR) crearon la herramienta denominada Desarrollo de una propuesta metodológica y de una hoja de ruta para la medición de los recursos destinados a la niñez y adolescencia en Costa Rica”, lo que le permite, contar por primera vez, con información sobre la inversión pública en esta población.

Este instrumento promueve la eficacia, la eficiencia, la equidad, la transparencia y la sostenibilidad en la toma de decisiones relacionadas con presupuestos públicos para hacer efectivos los derechos de las personas menores de edad, según lo estipula la Observación número 19 del Comité sobre los Derecho del Niño (CRC, por sus siglas en inglés).

“Esta herramienta permite, por primera vez, medir la inversión y el gasto público que hacen más de 60 instituciones del Estado costarricense en la niñez, define una hoja de ruta para la desagregación por focalización, función, grupo de derechos, franja etaria y sexo. Esto permite la toma de decisiones informadas para garantizar el cumplimiento de derechos de los niños, niñas y adolescentes y cumplir con la disposición 19 sobre presupuestos públicos del Comité de los Derechos del Niño”, indica Gladys Jiménez, ministra de Niñez y Adolescencia.

Gasto público en niñez y adolescencia en 2018 equivalente al 8.3 % del PIB

Para la representante de Unicef en Costa Rica, Patricia Portela de Souza, contar con esta metodología también significa un aporte significativo en la toma de decisiones.

“Contar con herramientas que nos indiquen cuánto y cómo se invierten los recursos públicos destinados a la niñez y a la adolescencia es de gran importancia para nosotros porque nos permite tomar decisiones asertivas en nuestra labor de seguir trabajando por la disminución de las brechas y las desigualdades sociales en niñas, niños, adolescentes y jóvenes”, indica la jerarca.

El desarrollo de la metodología parte de experiencias internacionales previas y la información disponible de gasto público y beneficiarios en Costa Rica para el 2018. La elaboración del estudio se caracterizó por ser altamente participativo y por arrojar datos interesantes sobre la desagregación del gasto público según nivel de focalización, por función, por grupo de derechos según la CDN, por franja etaria y por sexo en el país.

Principales hallazgos para 2018

  • Se estimó que el total de recursos públicos dedicados a la niñez y adolescencia fue de 2. 669 miles de millones de colones, equivalente al 8.3 % del PIB, y en promedio casi 2 millones de colones por persona menor de edad.
  • Los recursos públicos anuales promedio destinados a persona menor de 5 años se estimaron en 1.7 millones de colones, en 2.2 millones entre 6 y 11 años, y en 2.3 millones por persona menor de edad entre 12 y 17 años. Del total de recursos, el 23,5 % fue dirigido a personas menores de 5 años, el 36,1 % a personas menores de edad con entre 6 y 11 años, y el 40,3 % a personas menores de edad con entre 12 y 17 años.
  • Según sexo, el 50,4 % se dirigió a las mujeres y el 49,6 % a hombres.
  • Los resultados desagregados según función del gasto son los siguientes:
  • 60, 6 % Educación
  • 20, 6 % Salud
  • 7,8 % Justicia, seguridad y servicios electorales
  • 6,8 % Protección social
  • 3,1 % Vivienda y otros servicios comunitarios
  • 0,6 % Servicios recreativos, deportivos y de cultura
  • 0,4 % Protección del medio ambiente
  • 0,1 % Ciencia y tecnología
  • La desagregación según grupo de derechos de la Convención sobre los Derechos del Niño (CDN), arroja que el 63,9 % de los recursos contribuyó al derecho al desarrollo, el 26,3 % al de supervivencia, el 9,2 % al de protección, y el 0,6 % al de participación.

“Uno de los más importantes objetivos de la metodología desarrollada es el poder replicar periódicamente, de manera sostenible en el tiempo, la medición del gasto público en niñez y adolescencia en Costa Rica. Para garantizar dicha sostenibilidad, es necesario organizar el proceso de recolección de datos y de aplicación de la metodología”, indica Juan Robalino, subdirector del Instituto de Investigaciones en Ciencias Económicas (IICE) de la UCR, ente encargado del desarrollo de la metodología.

Para alcanzar este objetivo y con el fin de promover la institucionalización y aplicación periódica de la metodología, el IICE presentó la hoja de ruta para la implementación futura de la metodología que designa y caracteriza los roles de las instituciones que formarán parte del proceso y sus colaboradores, y propone un cronograma de recolección de datos y de desarrollo del cálculo a seguir año con año.

Es así como se establece que el PANI será la institución a cargo de la cuantificación anual de los recursos públicos destinados a la niñez y la adolescencia, siguiendo la metodología desarrollada. Además, deberá realizar anualmente una solicitud y recolección de información de presupuesto, gasto ejecutado y beneficiarios directamente a las instituciones, y desarrollará un informe final de la estimación de manera anual, que deberá ser compartido con la ciudadanía costarricense.

En el marco de la Costa Rica del Bicentenario, el Patronato Nacional de la Infancia (PANI) como institución rectora técnica en materia de derechos del millón cuatrocientos mil niños, niñas y adolescentes en Costa Rica, recuerda que la inversión en el cumplimiento de los derechos de niñas, niños y adolescentes, es la inversión más rentable que puede hacer la sociedad, invertir en niñez es invertir en desarrollo. La medición de la inversión del año 2019 está próxima a finalizar y contó con la participación de más de 60 instituciones del Estado, proceso en el que el PANI asume como una función más en el ejercicio de su rectoría técnica.


Organizaciones participantes

Costa Rica debe apostar por dinamizar la industria portuaria

Estudio determina que existe una ventana de oportunidad si se logra aumentar el nivel de actividad en puertos

En el contexto de una economía desacelerada, un estudio del Instituto de Investigaciones en Ciencias Económicas (IICE) de la Universidad de Costa Rica revela que promover un aumento en la demanda por servicios portuarios podría generarle al país más de 5 500 empleos e ingresos por hasta un 1,86 % del producto interno bruto.

En el estudio “Desarrollo portuario y transformación productiva en Costa Rica: los casos de Puerto Moín y Puerto Caldera”, los investigadores Luis Vargas Montoya y Rafael Arias R. ofrecen un documento con el que evidencian que esta industria tiene alto potencial para reactivar la economía y generar nuevos empleos.

CONSULTE EL ESTUDIO: “Desarrollo portuario y transformación productiva en Costa Rica: los casos de Puerto Moín y Puerto Caldera”.

La propuesta busca romper con la estructura espacial costarricense que muestra históricamente una fuerte tendencia de concentración económica y demográfica en la Gran Área Metropolitana (GAM), mientras que el resto de las regiones del país presentan menores niveles de desarrollo relativo, y no se han definido políticas estratégicas de transformación productiva y aprovechamiento de las ventajas competitivas que estas otras zonas geográficas ofrecen.

“Con el canal de Panamá trabajando al lado nuestro, no haber desarrollado una industria de trasiego es perder oportunidades. En este país le hemos dado la espalda al mar”.

Luis Vargas Montoya, investigador del IICE-UCR


Sin embargo, los puertos en el Caribe y Pacífico costarricense son las principales ventanas del país a la economía mundial y tienen alto potencial para generar encadenamientos productivos para el dinamismo de la economía. Al evaluar la capacidad actual y futura de los puertos para responder a las necesidades del desarrollo económico, se evidencia que el transporte marítimo sigue siendo el principal medio de trasiego de bienes exportados e importados y que la tendencia es creciente a nivel mundial en las últimas cuatro décadas (UNCTAD, 2017).

Solo en Costa Rica, entre el 2009 y el 2016, en promedio, el 56 % de las exportaciones se realizaron por vía marítima y contrario a la tendencia y la importancia de esta industria, el país presenta un rezago en infraestructura marítimo-portuaria. El país ocupa la posición 96 de 137 países considerados en cuanto a competitividad en infraestructura portuaria según el Foro Económico Mundial, 2017.

La investigación de la UCR advierte que la industria marítimo-portuaria genera un alto estímulo sobre la demanda de bienes finales de otras industrias y, consecuentemente, sobre la economía en su conjunto. En un ejercicio prospectivo, se observa que un incremento de 10 % en la actividad de esta industria podría generar cerca de 5 500 empleos. Asimismo, se muestra que una inversión de la magnitud de la Terminal de Contenedores de Moín (TCM) en el Pacífico costarricense podría aumentar el volumen exportado hasta en 12,65 % e incrementar el PIB en 1,86 %.

Los investigadores hacen recomendaciones de política pública, pues el estudio es contundente en la importancia de apostar por la inversión en infraestructura marítimo-portuaria como una estrategia para dinamizar la economía costarricense y contribuir a erradicar las crecientes tasas de desempleo que nos aquejan.

Puerto Caldera está casi colapsado y las razones son legales, lo cual está fuera de toda lógica cuando hay oportunidades de crecimiento en cada puerto. Al respecto, los investigadores consideran que deberían darse esfuerzos por simplificar los trámites para dinamizar la industria. Además, recomiendan hacer más eficientes los mecanismos de inversión a través de las alianzas público-privadas.

Para que esta transformación productiva sea viable, el investigador Rafael Arias cree que, además, es necesario hacer política productiva en los territorios costeros para el desarrollo de clústeres o parques industriales y servicios públicos eficientes para la atracción de inversión extranjera directa (IED). Para esto se requiere un marco regulatorio. 

“El país necesita ver más allá de la GAM y sentar mejores condiciones en torno a las costas. Ya se debe pensar en otro puerto en el Pacífico que pueda responder a las demandas del comercio internacional de Costa Rica”.

Rafael Arias, investigador del IICE-UCR 

Gabriela Mayorga López
Editora digital y periodista, Oficina de Divulgación e Información
Destacada en ciencias económicas, derecho, innovación y emprendimiento
gabriela.mayorgalopez@ucr.ac.cr